El Aeropuerto de Peinador en Vigo se prepara para la temporada alta estrenando pista de aterrizaje. Se trata de una obra realizada en un tiempo récord –apenas 25 días–, pero que ha supuesto la mayor intervención del aeropuerto en sus cerca de 100 años de historia.
La obra se ha centrado en la regeneración de la pista principal del aeropuerto, que cuenta con 2.385 metros de longitud y 45 metros de ancho. Para esta obra han sido necesarias 100.000 toneladas de áridos, procedentes de las canteras de Galicia.
Los áridos son materiales granulares que pueden tener diferentes tamaños en función del uso que se les vaya a dar, aunque todas sus aplicaciones están relacionadas con el mundo de la construcción, es decir, prácticamente todo lo que vemos a nuestro alrededor: edificios, puentes, hospitales, carreteras y puertos. Y sí, también el firme que dejamos atrás cuando viajamos a otro país está compuesto de estos materiales, tan importantes que son el segundo recurso más demandado del mundo, solo por detrás del agua.
Por eso, sin los recursos y el trabajo de las canteras gallegas próximas a Vigo, la modernización del Aeropuerto de Peinador no hubiese sido posible. Una obra esencial para la conexión de Galicia con el resto del mundo y que ha sido ejecutada por una UTE.
La importancia de los áridos gallegos
Las 100.000 toneladas de áridos necesarias, desglosadas en 70.000 toneladas para la fabricación de asfalto como capa de rodadura y 30.000 toneladas de zahorras para el relleno y nivelación de la pista y accesos, han sido administradas por las empresas Áridos do Mendo y Francisco Gómez y Cía. Además, esta empresa ha sido la encargada de la fabricación in situ del aglomerado (asfalto) y su posterior extendido. La planta de aglomerado instalada en el aeropuerto para suministrar mezclas de firme ha trabajado 18 horas al día con capacidad de producción de unas 200 toneladas por hora.
Las canteras que han suministrado los áridos están ubicadas en la zona de influencia de las obras, asegurando la calidad y proximidad del material, y por lo tanto un menor nivel de impacto medioambiental en su transporte.
Desarrollo de las obras con áridos gallegos
Las obras, que supusieron el cierre del aeródromo al tráfico aéreo entre el 6 y el 30 de mayo, se desarrollaron según el calendario previsto. Durante la primera semana, se realizó el fresado completo de la pista y una excavación profunda de 1,26 metros en aquellas zonas que requerían mayor regeneración del pavimento. Un espacio que se rellenó con pedraplén, recebado y zahorra.
La aplicación del firme constó de tres capas, la última de ellas, la del pavimento, fue la que requirió de mayor atención, ya que es un revestimiento que se debe extender en caliente y sin presencia de lluvias. “Una vez más, las canteras y graveras de Galicia estamos demostrando que somos capaces de suministrar materiales de construcción imprescindibles para infraestructuras críticas que requieren calidad máxima. Los áridos de nuestras empresas son la base de las redes de transporte más importantes. La minería es la base de actuaciones de gran calado en el ámbito de las obras públicas, como este aeropuerto. Como lo fue la llegada del Ave a Galicia, el Puerto Exterior de A Coruña y otras muchas”, explica Alberto Novoa presidente de la Asociación Gallega de Áridos (Arigal).
Sostenibilidad medioambiental y social
Una de las características destacadas de este proyecto es el enfoque en la reducción del impacto medioambiental. La reutilización de los 29.000 metros cúbicos de pavimento demolido es un claro ejemplo de cómo se pueden implementar prácticas de economía circular en grandes obras de infraestructura. Estos materiales reutilizados no solo ayudan a minimizar los residuos, sino que también reducen la necesidad de extraer nuevos recursos, lo cual es beneficioso para el medioambiente.
Además, el uso de áridos de proximidad asegura la trazabilidad, calidad y la eficiencia en la obra, y además disminuye la huella de carbono asociada al transporte de materiales. La cercanía de las canteras reduce significativamente las emisiones de CO2 derivadas del transporte, contribuyendo así a una menor contaminación y a un proyecto más sostenible.
La renovación del Aeropuerto de Peinador no solo tiene un impacto positivo en términos de infraestructura y sostenibilidad, sino que también genera beneficios económicos y sociales significativos. La inversión en esta obra ha creado numerosos puestos de trabajo directos e indirectos, contribuyendo al desarrollo económico de la región. La contratación de empresas locales para el suministro de áridos y otros materiales ha fomentado la economía regional, apoyando a las canteras y empresas de construcción gallegas.
