Puede que no parezca un gran problema, pero en el mundo escasea la arena procedente de depósitos aluviales (graveras y areneras) y de canteras. Este árido tiene propiedades únicas que la hacen útil para todo tipo de construcción, y particularmente en la fabricación de hormigón.
En algunas partes del mundo, como en Dubái y Singapur, hay escasez de arena para obras de construcción, por lo que esta tiene que ser importada. Para construir edificios y carreteras se requiere arena. El hormigón, material utilizado en la construcción, está compuesto por piedra, arena, agua y cemento.
Cada grano de arena empleada para construcción conserva sus aristas más afiladas y es significativamente más adecuada para su uso en cemento y hormigón.
Puede parecernos que en todos los desiertos del mundo hay arena y que solo hay que llegar allí y cargarla en camión, y también en los millones de playas del planeta. La arena con la que la mayoría de la gente está familiarizada procedente de los desiertos y playas no es la más idónea para construcción, ya que cada grano de tiene los bordes redondeados, como una esfera, y es casi polvo. Después de siglos o milenios rozándose una con otra por efecto de las corrientes marinas o el viento, las aristas han desaparecido, los granos son prácticamente polvo y su geometría, redondeada.
Por ello, al mezclarse con cemento y otros materiales de construcción el resultado final es mucho menos resistente y de una calidad muy inferior que si se hubiera empleado arena de cantera o de arenera.
Por otra parte, las arenas marinas contienen, por su naturaleza, una gran cantidad de materia orgánica procedente de la biodiversidad del mar y un elemento particularmente perjudicial para los compuestos de cemento y hormigón: la sal.
Tanto las Naciones Unidas como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han realizado pronósticos que estiman que la demanda mundial de materiales primarios se duplicará para 2050. Si bien no nos estamos quedando sin arena a nivel nacional o gallego, a nivel mundial el problema está siendo impulsado por mayor demanda de recursos. Esto se debe al crecimiento de la población, una mayor riqueza y una mayor urbanización. Existe la posibilidad de escasez mundial y la extracción no regulada tendrá consecuencias.
Los minerales solo se pueden extraer donde se encuentran, lo que puede crear un desequilibrio geográfico donde algunas áreas son productoras netos y otras, consumidoras netos. La escasez afecta a algunos países más que a otros, particularmente en África (a pesar de sus inmensos desiertos llenos de arena de granos redondos), China e India (debido a las increíbles tasas de crecimiento económico).
Se espera que la demanda de arena en el mundo siga aumentado. A medida que la población crece, se necesitarán más carreteras, puentes, edificios, aeropuertos, entre otros. El auge mundial de la construcción triplicó la demanda de la arena en las últimas dos décadas, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Aunque no hay cifras exactas, se estima que pronto se consumirán anualmente entre 30 y 50 mil millones de toneladas de arena y grava en todo el mundo.
El mundo no se está quedando sin arena o áridos en general, pero puede haber escasez local que invite a la depredación de recursos. Los áridos a nivel mundial se obtienen de depósitos aluviales y canteras, pero en algunas partes del mundo hay una extracción no regulada de arena de cuencas de ríos y de ecosistemas activos. La ONU destaca a la Unión Europea como la excepción a este respecto.
La extracción de áridos en España se realiza habitualmente a cielo abierto en canteras o en graveras.
- Graveras: cuando los materiales no están consolidados y se encuentran en depósitos aluviales fósiles, se emplean equipos de arranque mecánico como las excavadoras, las palas cargadoras, las dragalinas, y los tractores sobre orugas (bulldozer), que extraen directamente las rocas fragmentadas.
- Canteras: Cuando se trata de macizos rocosos, la extracción de materiales consolidados se efectúa mediante voladura con explosivos, adoptando grandes medidas de seguridad, para la rotura controlada de la roca y la obtención de la materia prima, llamada todo-uno, que pueda ser trasladada hasta la planta de tratamiento. Allí se tritura para obtener distintas granulometrías.
Como informa la ONU, la pérdida de arena aún no ha llegado a las agendas de los líderes políticos porque la escasez aún no está en un nivel que amenace la economía. No es realista esperar el mismo nivel de práctica regulatoria de los países en desarrollo, pero a medida que aumenta el precio de la arena, también lo hará el comercio ilegal. Esto ya ocurre en otras industrias de recursos minerales, como la cadena de suministro de metales estratégicos (coltán, cobalto, tierras raras).
Áridos procedentes de residuos de construcción y demolición (RCDs)
Los residuos de construcción y demolición (RCDs) tienen entre su heterogéneo contenido una parte importante de áridos o productos fabricados con ellos, por lo que se podrían extraer áridos reciclados. La generación y gestión de los residuos es una de las prioridades en la política medio ambiental y económica de la Unión Europea, encaminada en dos vías, por una parte, la reducción en su generación y por otra su reutilización, llegando a la minimización del empleo de recursos naturales que por su propia naturaleza son finitos.
La aplicación de esta política al caso concreto de los residuos de construcción y demolición lleva a la industria minera, en particular a la de producción de áridos, a una potenciación del reciclaje de los mismos a través de la producción de áridos reciclados.
El objetivo es la reducción del consumo de recursos naturales y reutilización y, por consiguiente, una menor generación de residuos. La producción de áridos naturales y la valorización de residuos de construcción y demolición, principalmente a través de la fabricación de áridos reciclados, son actividades íntimamente ligadas; ya que están incluidas en la misma cadena de valor de productos empleados en el sector de la construcción.
Según las conclusiones del ‘Estudio sobre las Sinergias entre la producción de áridos y el tratamiento de RCDs y materiales de excavación’, elaborado por Arigal en 2016, “la gestión de RCDs en Galicia está muy atomizada con baja especialización en la producción de áridos reciclados. La calidad de los mismos es baja y su aplicación en obras de infraestructura muy limitada. A pesar de ello, existen enormes sinergias entre la fabricación de áridos naturales y la valorización de RCDs mediante áridos reciclados, principalmente operacionales y de venta”.
Los áridos no se pueden sustituir
En todo el mundo se están desarrollando proyectos de investigación para el uso de aditivos para hormigones y para mezclas para asfalto que no sean rocas y arenas. Además del uso de RCDs, en algunos países se está probando el uso de residuos plásticos, de resinas de poliéster y de algunos tipos de arcillas.
Todos los materiales alternativos a los áridos naturales y los que sean nuevos deben ser rigurosamente probados, obtener los marcados CE para los usos precisos que se fijen de acuerdo a los estándares.