La minería del siglo XXI está llamada a desempeñar un papel clave en la transición energética y tecnológica, pero debe hacerlo bajo estándares que aseguren el respeto al medio ambiente, la eficiencia en el uso de los recursos y la responsabilidad social. 

Para demostrar este compromiso, la certificación de la gestión minera sostenible se ha convertido en una herramienta esencial que permite conocer si una explotación es técnicamente viable, respetuosa, transparente y se encuentra alineada con los principios del desarrollo sostenible. 

Se trata de un proceso voluntario de verificación externa que permite a las empresas mineras certificar que sus operaciones cumplen con una serie de criterios técnicos, ambientales, sociales y económicos reconocidos a nivel internacional. A través de auditorías y controles periódicos, se evalúan aspectos como: 

  • La gestión ambiental del entorno. 
  • El uso eficiente de recursos naturales y energía. 
  • La seguridad y salud laboral. 
  • Las relaciones con el entorno social y la comunidad local. 

El objetivo de este procedimiento es asegurar que la actividad extractiva minimiza de forma activa su impacto sobre el entorno y generar valor positivo para el territorio, tanto durante como después de la vida útil de la mina. 

 excavadora trabajandoFuente: Piotr Arnoldes vía Pexels. 

Un modelo, dos normas 

Este reconocimiento pasa por evaluar la actividad minera de forma íntegra a través de indicadores objetivos y auditables que permiten identificar buenas prácticas y oportunidades de mejora. 

Para ello, se basa en dos normas desarrolladas específicamente para evaluar y certificar la gestión minera sostenible, recientemente actualizadas este junio de 2025 por un comité técnico. Este sistema fue desarrollado por la Asociación Española de Normalización (UNE) con el impulso de la Confederación Española de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales (COMINROC). En concreto, las dos normas que forman el núcleo del modelo son: 

  • UNE 22480: Establece el marco general de lo que debe entenderse por un sistema de gestión minera sostenible. Es decir, define los principios, criterios y estructura organizativa que una empresa minera debe adoptar para implantar un sistema que permita gestionar sus operaciones de forma sostenible. Se centra en aspectos como: política de sostenibilidad, planificación y objetivos, estructura organizativa y responsabilidades, control operativo y evaluación y mejora continua. 
  • UNE 22470: Define los indicadores concretos (alrededor de 60, divididos en sostenibilidad económica, social y ambiental) que permiten establecer valores de referencia que sirvan a la empresa para crear estrategias con el fin de que la explotación minera sea cada día más sostenible. 

Ambas normas constituyen un marco aplicable a cualquier tipo de empresa, tanto en tamaño (pequeñas, medianas o grandes empresas) como en actividad (áridos, granito, pizarra, cerámica, minerales industriales o metales). 

La evaluación de la gestión minera sostenible 

El proceso para certificar el sistema de gestión minera sostenible se desarrolla en cuatro fases: 

  1. Proceso de implantación de la norma: puede ser llevado a cabo por una consultora externa o realizarse internamente. En su fase inicial se realizará un diagnóstico que permitirá saber si la empresa está preparada para someterse al proceso de implantación y posterior certificación. 
  1. Auditoría interna: este proceso, al igual que el anterior, puede ser llevado a cabo por una consultora externa o realizarse internamente. Consiste en evaluar el cumplimiento de los requisitos del sistema de forma exhaustiva, con el fin de detectar si dicho sistema es conforme a la norma de referencia y, por tanto, está preparado para someterse al proceso de auditoría externa. 
  1. Auditoría externa: Una entidad acreditada realiza una auditoría en la que verifica el cumplimiento de los requisitos del sistema. Esta fase es clave para garantizar la objetividad y fiabilidad del proceso. 
  1. Informe y calificación: El auditor emite un informe técnico con los resultados de la auditoría. Fundamentalmente se obtienen no conformidades, oportunidades de mejora y observaciones que permiten seguir el proceso de mejora continua. 
  1. Emisión del certificado: Una vez verificados los resultados, se emite el certificado oficial, con una validez de tres años y revisiones anuales. 

La importancia de certificarse 

El hecho de adquirir una certificación reconocida aporta múltiples beneficios para las empresas mineras: 

  • Transparencia y confianza: mejora y refuerza la legitimidad social de los proyectos mineros. 
  • Acceso a mercados y licitaciones: cada vez más clientes, especialmente internacionales, exigen garantías de sostenibilidad. 
  • Gestión del riesgo: ayuda a anticipar y corregir posibles incumplimientos normativos o conflictos con el entorno, lo que a su vez evita sanciones. 
  • Eficiencia y ahorro: aumenta la eficiencia de la explotación reduciendo costes energéticos, costes por tareas de mantenimiento y mejorando el rendimiento global. 

Además, obtener un certificado que acredite la gestión minera sostenible refuerza el compromiso del sector minero con una minería moderna, segura y responsable, capaz de contribuir a los grandes desafíos de la sociedad: desde la transición energética hasta la reindustrialización y la vertebración del territorio rural. 

excavadora trabajandoFuente: Getty Images. 

La gestión sostenible en las empresas gallegas 

Galicia, comunidad con una larga tradición minera, cuenta con múltiples explotaciones que están alineadas con los principios de sostenibilidad definidos en las normas UNE. Gracias al compromiso del sector minero, y al apoyo de la Xunta de Galicia, varias empresas, entre ellas Caolines de Vimianzo, Canteras de Richinol, Prebetong Lugo, Minera de Rocas, Cobre San Rafael, Tejas Verea, Cerámica Campo o Pasek, han implantado ya un sistema de gestión minera sostenible basado en estas normas. Es por ello por lo que el sector minero gallego se posiciona como referente nacional en este ámbito. 

En particular, la restauración ambiental, la gestión responsable del agua y el impacto positivo en el empleo rural son ámbitos donde muchas explotaciones gallegas destacan. La aplicación de estos estándares facilita también la interlocución con las administraciones públicas y con los territorios donde se integran los proyectos extractivos. 

Más allá de nuestras fronteras 

La gestión minera sostenible se ha convertido en un criterio transversal en las políticas industriales, ambientales y energéticas de la Unión Europea. La transición ecológica, el Pacto Verde Europeo y el desarrollo de tecnologías limpias requieren materias primas que solo pueden extraerse de forma responsable. 

Por ello, contar con una certificación oficial y reconocida será cada vez más determinante. Además de por cuestiones legales o reputacionales, también es útil para garantizar el acceso a financiación, alianzas industriales y mercados internacionales. 

excavadora cargadaFuente: Solucionfotografica vía Getty Images. 

Por todo ello, el modelo de gestión minera sostenible y su certificación UNE representan un paso decisivo hacia una minería más transparente, eficiente y alineada con los retos actuales. En un contexto de creciente demanda de minerales estratégicos, apostar por una minería certificada no es una opción, es una necesidad para construir un modelo industrial competitivo y responsable.