El cobalto es un elemento químico que se puede localizar en la tabla periódica con el símbolo “Co”. Se trata de un metal de transición duro, ferromagnético y de color azul plateado. Se encuentra en la naturaleza en forma de minerales como la cobaltita, la esmaltita y la heterogenita. Aunque rara vez se extrae de forma aislada, suele obtenerse como subproducto de la minería del níquel y el cobre.
Se trata de un recurso estratégico para sectores como la electrónica, la automoción o la medicina, por lo que su uso en la actualidad se ha extendido considerablemente. Esto se debe, principalmente, a sus propiedades físicas y químicas:
- Ferromagnetismo: Es uno de los pocos elementos que tienen esta capacidad, lo que lo hace esencial en la fabricación de imanes de alto rendimiento.
- Resistencia a la corrosión y a las altas temperaturas: Es utilizado en la producción de superaleaciones resistentes al calor, empleadas en motores de aviones y turbinas industriales, entre otras aplicaciones.
- Capacidad catalítica: Se usa en procesos industriales como la hidrogenación y la producción de combustibles sintéticos.
- Importancia biológica: Se trata de un material que forma parte de la vitamina B12, una de las más esenciales para la salud humana y animal.
El papel del cobalto en la tecnología
Una de las aplicaciones más relevantes del cobalto en la actualidad es la fabricación de baterías recargables de iones de litio, esenciales para dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tabletas, entre otros muchos con los que convivimos a diario.
En este tipo de baterías, el cobalto se emplea concretamente en los cátodos, que, junto al níquel y al manganeso, hacen que puedan tener una estabilidad térmica adecuada y una mayor densidad energética; lo que se traduce en que puedan ser más duraderas y seguras.
Precisamente, debido a la necesidad del sector tecnológico de crear dispositivos que sean cada vez más eficientes y con mayor autonomía energética, la demanda del cobalto ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Otras aplicaciones del cobalto en la industria
Pero el uso del cobalto va más allá de las baterías, puesto que tiene un amplio rango de aplicaciones en diversas industrias:
- Industria aeroespacial y metalúrgica: Es un material idóneo para la fabricación de aleaciones de alto rendimiento, muy interesantes para ser utilizadas en motores a reacción, turbinas de gas y herramientas de corte de alta precisión.
- Industria médica: Se usa en prótesis e implantes médicos, pero destaca por su utilidad en tratamientos contra el cáncer mediante el isótopo radioactivo cobalto-60, empleado en radioterapia.
- Industria química: En esta industria se emplea el cobalto como catalizador en la producción de plásticos y combustibles sintéticos.
- Pigmentos y cerámicas: Sus compuestos se han utilizado históricamente en la producción de tintes y pinturas de azul intenso para cerámicas, vidrios y esmaltes.
- Imanes de alto rendimiento: También es un componente clave en la producción de imanes permanentes, fundamentales en motores eléctricos, generadores de energía renovable y discos duros.
Perspectivas futuras del cobalto
El futuro del cobalto está marcado, principalmente, por la evolución de la industria tecnológica y la transición hacia fuentes de energía renovables. La creciente demanda de baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos plantea desafíos en términos de suministro y reciclaje del material.
Para poder hacer frente a estos retos, se están desarrollando nuevas estrategias de reciclaje de baterías con el objetivo de recuperar el cobalto utilizado en ellas. También se están investigando materiales alternativos, como baterías de estado sólido y cátodos libres de cobalto, que buscan ofrecer soluciones de idéntico rendimiento, pero prescindiendo de este material.