El cobre se ha convertido en un material imprescindible en nuestro día a día. A través de sus múltiples aplicaciones, ofrece valor añadido a la vida moderna, por ejemplo, mediante el suministro seguro de electricidad y agua potable, ya que elimina las bacterias nocivas para la salud y favorece el desarrollo de dispositivos eléctricos y electrónicos.
Además, el cobre es uno de los recursos más versátiles del planeta, se puede reciclar múltiples veces sin que pierda propiedades, lo que asegura que siga siendo uno de los materiales más importantes para el desarrollo de la vida moderna.
El cobre en la arquitectura contemporánea y la decoración
A lo largo del mundo, podemos observar numerosos ejemplos que nos demuestran la durabilidad del cobre. Edificios históricos, palacios e iglesias con algunos de sus elementos hechos de cobre son un claro ejemplo de ello.
Pero la arquitectura contemporánea también se beneficia de la aplicación del cobre, convirtiéndose en el complemento perfecto de otros materiales, por lo que es el material idóneo para usar en edificios tanto de estilo moderno como tradicional. En general, su uso en edificaciones es totalmente seguro para el medio ambiente y alrededor del 45% de la demanda europea de cobre se satisface por medio del reciclaje de este material.
Durante las últimas décadas, las aleaciones de cobre se han introducido en la arquitectura moderna y en la decoración. El bronce, el latón y la aleación dorada de cobre y aluminio dorado se utilizan cada vez más en la construcción de edificios, especialmente en fachadas, gracias a su atractivo y durabilidad, y en la creación de todo tipo de objetos presentes en nuestro día a día, desde mesas y sillas, a platos, grifos o utensilios de cocina.
El cobre en las telecomunicaciones
Debido a sus propiedades conductoras, el cobre es el material que más se utiliza en los sistemas de telecomunicaciones. Pese a los avances tecnológicos que han traído consigo otras formas de transmitir datos, como las comunicaciones por satélite, inalámbricas o el uso de la fibra óptica, el cobre sigue teniendo su hueco en este campo, ya que seguimos pudiendo encontrar el cobre de una forma u otra en estas nuevas tecnologías.
Los medios de transporte y el uso del cobre
El cobre juega, también, un papel fundamental a la hora de garantizar la funcionalidad, eficiencia, comodidad y seguridad en los medios de transporte.
Desde los inicios de la industria automovilística, el cobre ha sido un componente imprescindible para cualquier vehículo debido a su multifuncionalidad. El motor, el alternador, los sistemas de iluminación… todos ellos necesitan una alta conductividad que, además, resulte fiable. Para ello se usa el cobre, y a medida que se produzcan más avances eléctricos en este campo, más cobre y aleaciones de este material se precisarán.
El cobre presente en las energías renovables
Sin tener en cuenta los metales preciosos, el cobre es el mejor conductor del calor y la electricidad que existe. Por esa misma razón, no es de extrañar que alrededor del 60% de las aplicaciones del cobre estén relacionadas con este sector.
El cobre se utiliza también en los sistemas de energías renovables, como por ejemplo en placas solares, energía eólica, biomasa o energía geotérmica.
Energía solar térmica
El cobre ofrece ventajas ante cualquier otro material para su uso en aplicaciones relacionadas con este tipo de energía: ofrecen una gran conductividad térmica, tienen resistencia a la corrosión, y son muy fáciles de fabricar y duraderos.
Energía eólica
El principal uso del cobre en la energía eólica es para la fabricación del motor del generador, para cables conductores de alto voltaje, bobinas para transformadores y sistemas de puesta a tierra.
Solar fotovoltaica
En esta aplicación, el cobre se usa para realizar el cableado, el sistema de puesta a tierra, el transformador y las cintas de conexión de las células fotovoltaicas.
Las aleaciones de cobre en el sector marítimo
La aleación de cobre y níquel es la mejor solución para encontrar un material lo suficientemente resistente que aguante en aguas saladas.
Al trabajar con esta aleación de níquel y cobre, se mejora notablemente la resistencia a la corrosión y a la erosión del agua, así como la durabilidad de este material. Adicionalmente, la aleación de cobre y níquel cuenta con excelentes propiedades para evitar la bioincrustación, por lo que es un material ideal para diferentes usos en entornos marinos y de agua salada, como plantas desalinizadoras, embarcaciones, tuberías para agua de mar, plataformas petrolíferas, jaulas para acuicultura, energías renovables en alta mar…
Sistemas de tuberías hechos con cobre
Probablemente, el cobre es el material más utilizado en los sistemas de tuberías en Europa. Y es que el cobre es el material idóneo para las instalaciones de agua potable, calefacción, gas y rociadores automáticos contra incendios.
El cobre es un material muy fiable, de gran durabilidad y muy resistente, y que, además, gracias a su excelente conductividad térmica, es el mejor material para usar en sistemas de calefacción, como, por ejemplo en sistemas de calefacción de suelo radiante.
Otra de las ventajas de usar cobre en sistemas de tuberías es que se fabrican en medidas estándar, por lo que es difícil encontrar problemas de incompatibilidades entre proveedores.
Tanto el cobre como sus aleaciones son materiales imprescindibles en nuestro día a día: los podemos encontrar en una amplia variedad de objetos cotidianos y en una amplia variedad de colores, formas y texturas, todo ello realizado con un material muy natural, y lo más importante, 100% reciclable. Así veremos que el cobre nos aporta infinitas posibilidades.
