Galicia posee reservas de tierras raras, vitales para la sociedad

2020-11-04T10:41:57+01:0016/03/2020|

Las tierras raras se han convertido en clave en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. A mediados de 2019 el gobierno chino protestó contra las tarifas impuestas por Donald Trump, al que acusó de “intimidación” por los aranceles a las importaciones de estos materiales.

Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos utilizados en diversos productos de consumo, desde iPhones, vehículos eléctricos, hasta televisores de pantalla plana y misiles militares. China controla el 95% de los suministros de tierras raras del mundo, por ello las ha convertido en una poderosa arma en la guerra comercial.

La producción de EE.UU es una de las más grandes del mundo (15.000 toneladas en 2018, justo detrás de Australia), pero sigue siendo insignificante en comparación con la de China (120.000 toneladas anuales).

Materias primas estratégicas en Galicia

En el Monte do Galiñeiro (situado entre Vigo y Gondomar), existe un lugar de alta concentración de tierras raras documentado por diversas exploraciones desde los años 1960. Esta concentración se ha podido apreciar en los sedimentos del río Miño y de la ría de Vigo, que son los más abundantes en tierras raras de la costa gallega.

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Pablo Núñez, delegado en Galicia del Colegio de Geólogos, sostiene que las evidencias son ciertas. “En Galicia hay un potencial de minerales que pueden contener tierras raras en todo el Oeste de la comunidad. Desde hace un siglo que se ha documentado que la ría de Vigo cuenta con arenas con alto contenido de monacita, de la que pueden extraerse tierras raras. La erosión del terreno se produce de forma natural y los ríos transportan el material al fondo de las rías”, explica.

Los profesionales de la minería creen que la extracción de esos vitales elementos puede poner a nuestra comunidad en la vanguardia de la revolución tecnológica y aportar un enorme valor social. “Si hay posibilidad de encontrar tierras raras en O Galiñeiro, debería permitirse su exploración para ver si es viable su extracción. Tanto una como otra actividad están muy reguladas en las normativas europeas y nacionales, por lo que las garantías medioambientales son siempre muy grandes”, añade Pablo Núñez.

Ya se extraen tierras raras en Galicia

No cabe duda de que la complejidad de la extracción y el tratamiento de las tierras raras es un reto importante para la minería, pero los expertos creen que la ciencia puede hacer frente al desafío. “Existen técnicas modernas que ya permiten una minería sostenible para la obtención de tierras raras. Y además se pueden desarrollar tecnologías que las mejoren con el objeto de optimizarlas”, afirma Juan Ricoy Alonso, profesor de la Escuela de Minas y Energía (Universidade de Vigo). Además, es director técnico de Áridos do Mendo, empresa dedicada a la extracción y producción de áridos en Salvaterra do Miño y que es la única gallega que extrae oro y una pequeña cantidad de tierras raras.

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«En el caso de encontrar recursos ricos en tierras raras en forma de rocas, la solución pasa para hacer una trituración o molienda fina de las mismas para fragmentarlas. Las canteras que extraen áridos ya lo hacen, reducen a arena una roca. En el caso de las tierras raras, se hace necesario ir un poco más allá y reducir la arena a polvo. Con posterioridad, se realizaría el proceso físico similar para obtener el mineral concentrado. Más tarde, el mineral debe ser procesado de manera industrial para obtener cada compuesto de tierra rara. Se trata de algo análogo a lo que se hace con la bauxita para obtener aluminio en las plantas de alúmina que hay en Galicia», explica Juan Ricoy.

El profesor de la Universidade de Vigo sostiene que la producción de tierras raras en Galicia, ahora mismo, no genera ningún tipo de residuo. “En Áridos do Mendo explotamos un depósito fluvial de arena para la obtención de áridos para construcción, que es fundamentalmente el objeto de la empresa. Pero además, mediante técnicas físicas que no generan residuos químicos de ningún tipo, obtenemos oro y monacita, de la que luego se obtienen las llamadas tierras raras”.

Un recurso de todos los gallegos

La Unión Europea lleva desde 2008 definiendo una Iniciativa Europea de Materias Primas esenciales para la supervivencia de la sociedad y Galicia posee reservas de ocho de los 27 minerales fundamentales para la UE: antimonio, barita, grafito natural, niobio, tántalo, wolframio, silicio metálico y tierras raras. La actividad extractiva de estas materias primas en la comunidad gallega podría suponer la disminución de la dependencia europea de las producciones exteriores y, además, supondría el desarrollo de la industria tecnológica en Galicia. La garantía en el suministro sería un incentivo para estas empresas, que situarían a Galicia dentro de la vanguardia tecnológica mundial.

Diego López, exdirector de la Cámara Oficial Mineira de Galicia (COMG) cree que el desconocimiento social de las materias primas minerales está lastrando la competitividad de la industria e impidiendo el progreso social. “Actualmente no hay permisos activos para explorar la presencia de tierras raras en Galicia, aunque es completamente conocida la existencia de estos elementos en la Serra de O Galiñeiro, entre Vigo y Gondomar. La exploración geológica es muy costosa y compleja, por lo que no está al alcance de cualquier empresa minera. ¿Por qué no se explora la presencia de estos elementos en Galicia? Pues porque las iniciativas dispuestas a su exploración consideran que la presión social y la densa maraña legislativa son infranqueables y añaden riesgos a su inversión”, explica Diego López.

“A veces nos olvidamos de los recursos minerales del subsuelo son públicos, es decir, que son propiedad de todos los gallegos. El avance de la sociedad reclama ahora estas materias primas y no sólo para móviles y vehículos eléctricos, sino también para los sofisticados equipos médicos que luchan contra el cáncer, la tecnología, los satélites, las redes de conexión mundiales…”,  sostiene.

La explotación de los recursos minerales de Galicia puede ser una oportunidad en un marco económico mundial de guerra comercial entre superpotencias, algo que no se favorecido por el rechazo que se produce desde algunos grupos de presión. “Las posiciones negativas se basan en el desconocimiento de la minería moderna, que tiene vocación de sostenibilidad. La minería del primer mundo está en contra del descontrol ambiental o laboral de los países en vías de desarrollo, que son los que producen muchos de los minerales estratégicos hoy en día”, concluye.