Los océanos, que cubren más del 70% de nuestro planeta, albergan un tesoro oculto de recursos minerales esenciales para la transición hacia una economía sostenible.
Probablemente hayas escuchado hablar sobre la minería marina, pues, aunque es un proceso relativamente reciente, la información existente no es abundante. Entendamos más de dónde viene y la importancia de este sector para el desarrollo mundial.
Uno de los primeros científicos en reconocer la importancia de los recursos minerales marinos fue J. Leonard Mero, autor de la obra publicada en 1965, Recursos Minerales del Mar, que se considera un texto fundamental para comprender el potencial de los océanos como fuente de materias primas.
Esta fue una visión pionera en el momento en que el trabajo de los océanos se centraba en la pesca. Además, las ideas del libro fueron la inspiración que sentó las bases para la investigación moderna en el campo de la minería submarina, dado que afirmaba que se podrían encontrar suministros prácticamente ilimitados de cobalto, níquel y otros metales clave para la fabricación de productos.
Estos metales se produjeron en depósitos de nódulos de manganeso, que aparecieron como masas de sedimento comprimido en el fondo marino a profundidades de 5.000 metros.
¿Qué es la minería submarina?
La minería submarina, o minería de aguas profundas, es un método para recuperar minerales del fondo del océano. Consiste en extraer minerales de los fondos marinos, principalmente en aguas internacionales.
La mayoría de los recursos se encuentran, principalmente, en el espacio de la corteza terrestre que está debajo de la ‘alta mar’. Los yacimientos de minería oceánica se suelen hacer en torno a grandes áreas de nódulos polimetálicos o fuentes hidrotermales activas o extintas a unos 1.400-3.700 metros bajo la superficie oceánica.
Los fondos marinos son ricos en sulfuros masivos, costras ricas en cobalto y otras formaciones geológicas que contienen concentraciones significativas de estos metales. Los depósitos de sulfuros masivos pueden contener concentraciones de minerales y recursos hasta 10 veces mayores que las que se podrían encontrar en la tierra.
La minería submarina y las energías verdes
Una cantidad importante de minerales son necesarios para las nuevas tecnologías. Por ejemplo, para la fabricación de ordenadores, tabletas, teléfonos, baterías eléctricas, entre otras.
De hecho, minerales como el cobre, níquel, cobalto, manganeso, y tierras raras, además de oro, plata y platino son fundamentales para la transición energética y la lucha contra el calentamiento global. Sirven para la fabricación de turbinas eólicas y paneles solares, fuentes de energía limpia que cada vez van adquiriendo mayor popularidad.
El manganeso, el cobalto y el níquel son componentes importantes de las baterías de iones de litio y se consideran esenciales para avanzar en la producción de vehículos eléctricos, transporte más eco amigable que los vehículos de combustible fósil.
El coche eléctrico requiere seis veces más materias primas minerales que el de gasolina.
Minerales necesarios de media:
Mineral | Vehículo con motor de combustión | Vehículo eléctrico |
Cobre | 22 kg | 53 kg |
Manganeso | 11 kg | 25 kg |
Cobalto | – | 13,3 kg |
Grafito | – | 66 kg |
Níquel | – | 40 kg |
Los coches eléctricos necesitan más cobalto que cualquier otra industria. De hecho, en 2021 los vehículos eléctricos consumieron 59.000 toneladas de cobalto, acaparando el 34% de la demanda mundial, y se espera que represente la mitad en 2026.
A nivel global, entre 2017 y 2022 la demanda de cobalto ha subido un 70% y la de níquel un 40%. Actualmente, China es el mayor productor y consumidor de minerales en el mundo. Produce una gran variedad de minerales, incluyendo carbón, hierro, oro, plata, zinc y plomo.
La presión por asegurar el suministro de minerales ha llevado a un auge de la minería submarina en la última década. Países como Japón, China, Corea del Sur e India, ante una demanda cada vez mayor, han intensificado la exploración de los océanos en busca de nuevos yacimientos.
Caso de Japón: isla de minerales
Japón recientemente ha encontrado enormes depósitos minerales en el fondo marino cerca de Minami-Torishima, una isla aislada en la zona económica exclusiva del país.
Según los cálculos de los depósitos, se extienden sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados y contienen aproximadamente 610.000 toneladas de cobalto y 740.000 toneladas de níquel. Se estima que son suficientes para satisfacer las necesidades de consumo del país durante 75 años, y suministrar níquel para más de una década.
Aspectos legales de la minería submarina
Al estar situadas en zonas remotas e inaccesibles, fuera de cualquier jurisdicción nacional, la actividad minera en estas áreas requiere de un marco legal y consenso internacional que permita su desarrollo.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), creada por la ONU en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), es la encargada de administrar y controlar las actividades de explotación minera en las áreas submarinas que no pertenecen a ningún país (es decir, fuera de la Zona Económica Exclusiva, ZEE), asegurando el cumplimiento de las normas internacionales.
En la última asamblea de la ISA, en agosto de 2024, los 169 Estados miembros debatieron la posibilidad de redactar una política general de protección de los fondos oceánicos y un posible acuerdo sobre un código que regule la actividad futura de la minería submarina, para proteger el medioambiente y realizar la extracción de forma responsable.
Por el momento, se siguen investigando las profundidades oceánicas, como es el caso de la compañía canadiense The Metals Company, esponsorizada ante la ISA por Nauru, que logró avanzar en sus planes para lanzar la primera operación comercial de minería submarina del mundo.
Caso Canadá: a la cabeza en la minería submarina
Esta empresa canadiense se ha puesto a la cabeza de la carrera global por la minería submarina. La empresa lanzó un robot submarino operado por control remoto que recorre una pequeña fracción de las llanuras abisales del Pacífico con la finalidad de valorar el impacto ambiental que pueda producir la actividad. Se llevó a cabo en la zona Clarion Clipperton, un lugar a medio camino entre Hawái y México, donde reside una gran parte de los recursos de la industria minera para el futuro.
¿Se hace minería submarina en Galicia? Ver más en: La minería marina: el caso de Galicia (minariasostible.gal)