Cuando hablamos de Valdeorras, la comarca más oriental de la provincia de Ourense, enseguida aparecen en nuestra mente alguna de estas palabras: oro, pizarra, wolframio y vino.
Sin embargo, y a pesar de ser una actividad muy atractiva para el turismo de la comunidad, en esta ocasión no nos centraremos en las explotaciones vitivinícolas, sino que pondremos especial atención al potencial de las explotaciones mineras de este territorio.
No es ningún secreto que Valdeorras siempre ha destacado por la riqueza de sus recursos minerales, convirtiéndose en grandes protagonistas a lo largo de su historia. Esta comarca ourensana ha sido, entre otros, un punto estratégico en lo que respecta a la minería de oro romana, clave en materias primas estratégicas de las Guerras Mundiales y, actualmente, una de las principales ubicaciones donde podemos encontrar la pizarra gallega.
Todas estas circunstancias transcurridas a lo largo de los años se traducen en un rico patrimonio minero digno de ser cuidado y compartido. Por esta razón, este concello ourensano está llevando a cabo una serie de iniciativas para poner en valor este territorio y fomentar el turismo minero del lugar.
La piedra natural de Carballeda
Carballeda de Valdeorras es el epicentro de la pizarra dentro de la comunidad gallega. De hecho, es en este municipio donde está ubicada A Fraguiña, la explotación subterránea de pizarra más grande del mundo.
Sin embargo, A Fraguiña no es ni ha sido la única explotación pizarrera de este municipio, ya que cuenta con varios espacios mineros de piedra natural que cuentan con un gran potencial turístico. Un claro ejemplo son las canteras en desuso de O Casaio, y sus respectivas lagunas, que hoy en día forman parte del proyecto de turismo industrial impulsado por la Diputación de Ourense, el Concello de Carballeda de Valdeorras y el Clúster de la Pizarra.
El objetivo del proyecto es promover las visitas a las explotaciones de la zona y a los parajes que las rodean, dando una mayor visibilidad a un sector clave en la economía ourensana y gallega.
En este sentido, el objetivo es recuperar estos dos espacios mineros y acondicionarlos como una ruta turística accesible y comprometida con el medioambiente.
Con una inversión de la Xunta de Galicia de 1,5 millones de euros, el proyecto ha empezado a tomar forma desde finales de 2022, abordando los dos arquitectos responsables las posibles actuaciones en el paisaje del municipio.
Rutas por las minas de wolframio
Galicia ha sido históricamente un gran yacimiento de wolframio y, por ello, tuvo un papel clave durante la Segunda Guerra Mundial. Este recurso minero era el material ideal para utilizarlo en tanques y munición, ya que la fusión del wolframio con acero daba como resultado un material muy resistente.
Como ya adelantamos, en Valdeorras convivieron diferentes explotaciones de este material al servicio del ejército alemán. Hoy en día, al menos dos de estas explotaciones pueden visitarse a través de distintas zonas de senderismo:
- La mina de Valborraz, también llamada la mina de los alemanes, está ubicada en O Casaio. A través de una ruta de senderismo de 6,5km se puede llegar a los restos abandonados de la antigua explotación minera.
- La mina de Vilanova se encuentra ubicada en la parroquia de A Veiga. Hoy en día el espacio es accesible a través de una ruta de senderismo en el que se encuentran todavía las fachadas de oficinas, almacenes, comedores y salas de máquinas.
Ambos espacios no han contado con un buen plan de recuperación en el que poder proteger este importante patrimonio, que forma parte del legado de la comunidad, por lo que el acceso a las propias minas es inviable.
En este marco, Vilanova se está trabajando en la construcción del futuro Museo del Wolframio, donde se conservarán piezas de gran interés, como es el caso del locomóvil, un aparato móvil similar a un tren, con cerca de cinco toneladas de peso, que se utilizaba para transportar el wolframio por las minas hasta el exterior de una forma más rápida y ligera.
O Barco y la minería romana
Durante el imperio romano, O Barco fue un lugar clave ya que se encuentra entre Las Médulas (El Bierzo) y Montefurado (Lugo), dos bastiones de la extracción de oro de la época.
A pesar de que en este municipio podemos encontrar explotaciones auríferas fruto de la romanización, como en la finca la Cruz, el enclave principal de O Barco es la Vía Nova, una calzada que unía Braga y Astorga, haciendo así posible distribuir el oro desde la explotación minera de Las Médulas hasta el resto de la península Ibérica.
En este contexto, el Concello trabaja actualmente para crear un centro de interpretación de la ruta jacobea de la Vía Nova y la romanización.
Además, también están gestionando la creación de un museo sobre la minería de la comarca con el objetivo de ser un nuevo recurso turístico de la localidad.
La minería es una parte fundamental de la historia de Galicia. Está en nuestras manos proteger el patrimonio minero de la comunidad y fomentar actividades culturales para dar continuidad a nuestro legado.