Tierras Raras: Materias primas críticas para la humanidad disponibles en Galicia 

2024-06-26T15:37:30+02:0026/06/2024|

Las tierras raras son las materias primas más codiciadas del mundo y Galicia posee un interesante depósito de este grupo de 17 elementos químicos estratégicos. Pero, ¿por qué son tan críticas? Su uso es fundamental para llevar a cabo la transición verde y digital en la que la humanidad está inmersa.

Las denominadas tierras raras son básicas para desarrollo de la electrónica, es el caso de los discos duros permitiendo el almacenamiento de cada vez más datos en computadoras y smartphones más pequeños; en la medicina, fundamentales para la fabricación de láseres; o en la energía, como el caso de la solar o la eólica para los motores eléctricos de los aerogeneradores.

Son pequeños ejemplos de un largo listado de aplicaciones sin las cuales no podríamos mantener la actividad normal en multitud de sectores e incluso en nuestra vida diaria. Al menos, no el nivel de consumo que arrastra la sociedad actual. Por este motivo, las tierras raras son un bien preciado y buscado por todos los países del mundo para proteger sus economías, reducir su dependencia externa y aumentar la competitividad de sus industrias en productos de alto valor.

¿Dónde se encuentran las tierras raras? 

El lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometeo, samario, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, lutecio, escandio e itrio son los 17 recursos denominados tierras raras, pero ni son tierras ni son raras ni escasas. Se encuentran en la corteza superior terrestre, pero su extracción no es tan sencilla como la de otras materias primas, ya que no se encuentran puras y aisladas, sino presentes y combinadas en forma de óxidos en más de 180 minerales diferentes.

Desde el siglo XVIII y de manera progresiva, sobre todo a partir de los años 50 en el que las investigaciones científicas demostraron sus múltiples aplicaciones ópticas y magnéticas, afloraron reservas y vetas de tierras raras gracias a la prospección minera en Estados Unidos, Sudáfrica, la antigua URSS y China, entre otros. Es el caso de alguna de las minas más importantes del mundo, como la estadounidense Mountain Pass y la china Baiyun-ebo (Distrito minero de Baiyun Ebo,  NASA).

Pero el procesado de estos recursos no es sencillo y eso estimuló el traslado de los minerales a las plantas de procesado de China, con sistemas que acortaban los tiempos. Esta situación y las reservas halladas por el gobierno del gigante asiático, entregado a la causa, han convertido a China en el mayor productor del mundo y en el país con más reservas, con 44 millones de toneladas métricas de tierras raras, seguida de Vietnam, Brasil, Rusia, India y Australia, entre otros, según datos de Statista.

La situación europea y española 

Atendiendo a estos datos y a que China dio respuesta en los últimos años al 85% de la demanda de tierras raras en el mundo, los países occidentales se han lanzado a la búsqueda de yacimientos que les permitan disminuir la dependencia externa de recursos imprescindibles y, con ello, controlar una posible alza de precios que se trasladaría, de manera progresiva, a los productos que con estos elementos se elaborasen. En los últimos tiempos, la Comisión Europea ha apremiado a los estados miembros a que realicen un inventario de reservas de estas materias primas para reducir la demanda a países terceros de estos materiales, que alcanza el 90%.  Además, ha promovido el lanzamiento de al menos 14 proyectos industriales de explotación de estos elementos químicos en suelo europeo.

El pasado enero Suecia comunicaba el descubrimiento del yacimiento Per Geijer, el mayor de toda Europa, con una reserva estimada de 1 millón de toneladas de óxidos de tierras raras, muy relevante para los intereses de la industria del continente europeo.

Sin embargo, no es necesario ir tan lejos para encontrar estos recursos estratégicos. En España existen diferentes proyectos y varios yacimientos como los de Matamulas, en Ciudad Real, y el de Monte Galiñeiro, situado en Galicia, concretamente entre Vigo y Gondomar.

Materias primas críticas en Monte Galiñeiro 

La sierra viguesa dispone de un yacimiento que podría producir unas 2 856 toneladas al año de tierras raras, según diferentes estudios. Los expertos geólogos aseguran que sería necesario ahondar en las exploraciones que permitan conocer de manera concreta la cantidad de recursos existentes y si es posible su explotación.

Pero Monte Galiñeiro no es el único depósito de tierras raras en Galicia y con un origen geológico diferente. Desde hace años, Áridos do Mendo trabaja en Salvaterra do Miño en un yacimiento de áridos para la fabricación de hormigón y asfalto y del que también extrae pequeñas cantidades de oro y de tierras raras, concretamente, el recurso que producen es la monacita. Se trata de una pequeña producción de entre 10 y 15 toneladas al año.

Son dos ejemplos y los expertos geólogos están convencidos que en territorio gallego pueden existir más reservas. Esto convierte a Galicia en una zona estratégica y, ante la escasez de tierras raras en Europa y el riesgo de suministro internacional, de gran potencial para salvaguardar la competitividad europea, española y, por supuesto, gallega.

Nuevos proyectos para recuperar las tierras raras 

No debemos perder de vista, sin embargo, que el proceso de extracción y procesado de estos minerales que, como comentábamos, no se encuentran de manera pura, es complejo y supone un auténtico reto para la minería sostenible del siglo XXI.

Otros proyectos en España están orbitando alrededor de la economía circular y la recuperación de minerales y metales. Es el caso de la iniciativa Minethic que persigue su recuperación con los niveles necesarios de pureza a partir de diversos subproductos y residuos no solo de tierras raras, sino también de cobalto, níquel, manganeso o fósforo. Impulsada por la ingeniería Técnicas Reunidas y la constructora FCC, junto a Apria Systems, IDP, IMA Magnets y Torrecid, cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros, un plazo de ejecución de 32 meses y con la colaboración de las gallegas Áridos do Mendo y Edar Bens y Magna. Su relevancia es tal que ha sido incorporado al programa Misiones del CDTI (Centro para el desarrollo tecnológico industrial).