Coltan libre de conflictos, en Galicia

2019-06-14T19:39:37+02:0014/06/2019|

El listado de minerales estratégicos de la Unión Europea señala una larga serie de productos mineros de los que la economía comunitaria es muy dependiente. Algunos de estos minerales se obtienen de países con complicaciones geoestratégicas como China, Rusia o Congo, por lo que cualquier conflicto puede afectar al núcleo industrial de la UE.

Uno de ellos es el tantalio, un elemento muy escaso en la tierra, que es fundamental para la tecnología del siglo XXI. En un mundo en el que todos los aparatos electrónicos son cada vez más ligeros y más finos, el uso del tantalio abrió las puertas a la reducción de entre diez y veinte veces el volumen y el peso que llegaban a tener los primeros teléfonos móviles. Además cuenta con aplicaciones en microelectrónica, telecomunicaciones, industria aeroespacial y biomédica.

Minerales de guerra: Congo

El tantalio es un elemento que se encuentra en el coltán, sustancia compuesta por los minerales columbita y tantalita. El coltán es relativamente escaso en la naturaleza y es un ejemplo de materiales que han pasado de ser considerados simples curiosidades mineralógicas a estratégicos para el avance tecnológico, debido a sus aplicaciones. Es utilizado en casi la totalidad de los dispositivos electrónicos. Y el lugar para encontrarlo de manera abundante es el este de la República Democrática del Congo, en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.

Este país sufre guerras entre distintas facciones desde hace décadas y una misión de la ONU no es capaz de frenar asesinatos en masa, violaciones y desplazamiento de refugiados. La causa del conflicto es la riqueza de los minerales del país, que cuenta con reservas incomparables más de 1.100 sustancias minerales que se extienden sobre 9.300 kilómetros cuadrados, según el Banco Mundial.

La zona más rica en estaño, tantalio, wolframio y oro es el este del Congo. Los grupos armados controlan las minas (forzando al trabajo a niños y adultos, sin las más mínimas condiciones de salubridad y en condiciones de esclavitud contratada) y también las carreteras, por lo que el gobierno congoleño carece del control sobre esta zona rica en minerales. El mineral extraído en bruto cruza la frontera hacia los países vecinos de forma ilegal, alimentando la corrupción y las injusticias. Desde Tanzania o Kenia se envía por barco al sur de Asia, en donde se produce su concentrado y posterior aprovechamiento.

Se estima que el Congo produce entre el 8% del estaño en el mundo, lo que lo convierte en el sexto productor mundial; el 20% de la producción global de tantalio, primer productor; y el 3% del wolframio global.

Las medidas de la comunidad internacional son de muy bajo impacto y limitadas a la Unión Europea, que aprobó en 2017 una legislación para promover el suministro responsable de minerales en conflicto que entrará en vigor en 2021.

Minerales gallegos, libres de conflictos

Galicia cuenta con reservas de algunos de los minerales de guerra del Congo. Existen cantidades de wolframio y estaño en la Mina de San Finx y también tiene la única mina de coltan del sur de Europa. Se trata de la explotación Penouta, en Viana do Bolo (Ourense), que cuenta con reservas incomparables de casiterita y columbo-tantalita, que contiene tantalio y niobio.

Además del valor del producto en sí mismo, Strategic Minerals, la empresa que opera en Penouta, califica a su coltan como un ‘producto libre de conflictos’, ya que su extracción en la Unión Europea, con sus altos estándares de seguridad jurídica y laboral, permite una trazabilidad completa. Del tantalio y el niobio adquiridos en el sureste asiático y extraídos en Congo no se puede decir lo mismo.

Una explotación que recicla y reutiliza

La mina de Penouta destaca por otro rasgo, además del respeto por los derechos laborales y el medioambiente; y por el valor de su producción. Se trata de una mina que recicla. Los minerales no se extraen de la tierra, se extraen de dos balsas de inertes y de una escombrera que dejó allí una anterior actividad minera. Entre 1965 y 1971 se extrajo granito. Después, hasta 1985, se extrajo estaño y tantalio, fecha en la que se clausuró la mina por los bajos precios de ambos minerales.

Los responsables de Penouta en aquella época no disponían de la tecnología adecuada para optimizar la extracción del mineral, por lo que dejaron de explotar unos 15 millones de toneladas de rocas y gravas. Tampoco la demanda de columbo-tantalita por parte de la industria tecnológica era tan elevada ni la técnica minera podía aprovechar entonces los recursos como ahora. Al tratarse de una explotación previa a la ley de 1982 que obliga a la restauración del terreno, la mina quedó abandonada dejando distintos pasivos ambientales atrás.

En mayo de 2013 se reactivó la actividad minera en Penouta a cargo de Strategic Minerals con el objetivo de recuperar los valiosos minerales de los desechos inertes de los años 1980. El proceso de recuperación del estaño, tantalio y niobio se realiza por un proceso de gravedad y otro magnético, sin procesos químicos. De esta forma se obtiene un concentrado de casiterita y un concentrado de coltan (columbo-tantalita). Como subproductos se obtienen otros minerales industriales como cuarzo, mica, caolín y feldespato, con valor de mercado.

La empresa estima que en Penouta puede haber unos 12 millones de toneladas de material valioso entre las 15 que están a la vista. Además, se podría realizar actividad en el resto del terreno de la mina que no fue objeto de perforación en el pasado, si los estudios de viabilidad de la empresa así lo aconsejan.

Empleo y rehabilitación del entorno

La reactivación de la actividad minera ha dinamizado el Concello de Viana do Bolo (Ourense) con la creación de puestos de trabajo directos e indirectos en forma de servicios para la industria. Además, el permiso otorgado en 2013 obliga a los nuevos responsables de la actividad a una restauración completa del terreno, que se encuentra en el entorno del espacio Pena Trevinca, catalogado como Red Natura 2000. Al término de la actividad minera, estimada en 2035, la mina podría formar parte de este espacio protegido.