A finales de 2017 la Unión Europea sacó a la luz la publicación de las primeras listas de recursos minerales críticos para la industria de la Unión Europea. Un listado que a día de hoy asciende a 30 recursos minerales e incluye recursos que son abundantes, pero poco conocidos en el oeste de la Península Ibérica.
Así fue como se inició en 2019 el grupo de trabajo de iTarg3T, el cual se materializó como proyecto financiado por el Instituto Europeo de Tecnología (EIT, European Institute of Innovation and Tecnology) dentro de la rama de las Materias Primas (EIT RawMaterials).
En un principio, la intención era fomentar la exploración minera en España y Portugal, pero luego el proyecto se amplió al este de Europa, donde también existen depósitos potenciales y poco conocidos de estos mismos recursos.
El objetivo del proyecto de exploración minera
El objetivo de iTarg3t es contribuir a que Europa pueda ser independiente en la producción de ciertos elementos de los considerados críticos, y que hoy en día se importan de otros continentes, para lograr una transición a una economía más tecnológica y con menor impacto ambiental.
Los elementos objetivo del estudio son el wolframio, el estaño, el tántalo y el litio. Recursos fundamentales para, por ejemplo, la industria de las telecomunicaciones, el almacenamiento de energía o la fabricación de los coches eléctricos. Todos ellos están presentes en nuestros dispositivos móviles o en nuestros ordenadores: bien en las baterías (como el litio), en los sistemas de vibración y orientación (wolframio), en las soldaduras de las placas base (estaño) o en las pantallas táctiles (tántalo).
El proyecto pretendía impulsar la puesta en marcha de nuevos proyectos mineros en el sur y este de Europa mediante la definición de novedosas guías geológicas, geoquímicas y geofísicas para la detección de depósitos hasta ahora no identificados, y el estudio de modernos procesos mineralúrgicos más eficaces y menos contaminantes.
Pero, además, desde el proyecto se buscó en todo momento la sinergia entre los centros de investigación, los de formación (como las universidades y las escuelas técnicas), y las empresas. Para ello se llevan a cabo cursos, charlas, trabajos de fin de grado y de máster, tesis doctorales, etc. entre los distintos socios.
Además, una parte central del proyecto consistió en las labores de divulgación y acercamiento a la sociedad de lo importantes que son las materias primas minerales mediante charlas en institutos y colegios y actividades abiertas a todos los públicos como las Geocharlas, los Geolodías o las Semanas de la Ciencias.
Este proyecto, finalizado el pasado octubre mediante las jornadas ‘Minerales estratégicas para la Industria Gallega’ llevado a cabo en Santiago de Compostela, tuvo una duración de tres años.
Sinergias europeas para favorecer la exploración minera
El proyecto iTarg3t reunió a 13 socios de 8 países europeos: España, Suecia, Polonia, Croacia, Alemania, Portugal, Ucrania y República Checa.
En España participaron cuatro socios, formados por distintos perfiles profesionales:
- El Instituto de Geociencias, un centro mixto del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid, encargado de los estudios de los sistemas minerales en el Oeste y Noroeste de la Península Ibérica para poder definir modelos predictivos de exploración. Fruto de estos estudios se han llevado a cabo una tesis doctoral y varios trabajos de fin de máster.
- La Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid, que realizó una evaluación de la minería del estaño, wolframio, tántalo y litio a escala española y global.
- Valoriza Minería, una empresa especializada en la explotación minera de metales críticos en España. Fueron los encargados del desarrollo de mapas 3D de modelos geológicos.
- Lithica SCCL, una consultora con sede en Girona que está especializada en estudios Geofísicos y Geológicos. Su trabajo consistió en la validación de nuevas técnicas de caracterización geofísica, como la interferometría de ruido sísmico, junto con técnicas más convencionales, como la gravimetría o el magnetismo, aplicadas a la exploración minera.
Minerales estratégicos a estudio
Los cuatro elementos estudiados: wolframio, estaño, litio y tántalo tienen una demanda en constante aumento porque son materias primas esenciales para la industria tecnológica y las telecomunicaciones que necesitamos hoy en día.
Vivimos en una sociedad cada vez más conectada digitalmente y que necesita disponer de dispositivos cada vez más compactos, de pequeño tamaño, que al mismo tiempo ofrezcan una vida útil larga y que sean respetuosos con el medioambiente.
¿Europa podría ser autosuficiente en materias primas minerales?
Aunque no podríamos autoabastecernos de todas las materias primas minerales, sí que podríamos aprovechar nuestros propios recursos para alimentar nuestra industria.
Un ejemplo de ello es el wolframio. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) en 2020, solo en España tenemos el 1,7% de las reservas de este elemento en el mundo (la mayor parte en Galicia), lo cual nos permitiría ser autosuficientes en la producción de este elemento.
Asimismo, al tener asociado reservas de estaño, podríamos producir también este otro elemento en el mismo proceso de extracción. Simplemente multiplicando por cinco la producción actual de wolframio y estaño en Europa, seríamos autosuficientes y dejaríamos de depender de los países asiáticos en cuanto a estos recursos. Una realidad que también se extrapola al tántalo y en menor grado, al niobio del que España tiene importantes recursos con los que se podría abastecer a toda Europa. Si el tántalo se extrajera en España, en vez de importarlo de las zonas de conflicto del centro de África, las labores de extracción mineras estarían ceñidas a las normativas europeas con todas las garantías socioeconómicas y medioambientales que ello supone.
Varios de los estudios del proyecto se realizaron en depósitos gallegos, ya que es la zona de Iberia que reúne una mayor variedad de tipos de mineralización, y probablemente una de las de mayor potencial de Europa.
Iniciativas como la del proyecto iTarg3t ponen de manifiesto la importancia de la investigación y la transferencia del conocimiento de cara a desarrollar una minería moderna, comprometida con el medioambiente y también con nuestra industria.
