La minería, clave para los Objetivos del Desarrollo Sostenible

2019-07-18T12:28:35+02:0026/03/2019|

La agenda de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU incluye 17 puntos fundamentales para proteger el planeta y a todos los seres humanos que lo habitan. 2030 es la fecha límite para garantizar que todas las personas gozan de bienestar, a la vez que se asegura el porvenir de las futuras generaciones.

Los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, también conocidos como Objetivos Mundiales, son ambiciosos y se concretan con metas claras e interrelacionadas entre sí. Hoy en día, los avances tecnológicos permiten un uso racional de los recursos naturales, lo que es necesario cambiar es la manera de pensar y las praxis realizadas en los diversos sectores sociales y empresariales.

La minería es un eje fundamental en las sociedades de todo el mundo, la extracción de recursos naturales es esencial para asegurar el bienestar y el desarrollo de las comunidades. Estamos ante una industria global, que implica importantes recursos humanos, ambientales y financieros; y que en muchas ocasiones se localiza en países en conflicto. Un mal planteamiento de la minería puede crear desigualdad y degradación ambiental, pero hoy en día tiene una oportunidad sin precedentes para convertirse en uno de los principales motores para avanzar en los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU:

1. La minería y el fin de la pobreza

La minería es un actor fundamental de las localidades donde se asienta y por ello debe crear lazos que fortalezcan la economía y los valores locales. Es un sector capaz de generar riqueza en las comunidades en las que opera y que debe luchar contra la desigualdad siendo consciente de cuáles son los grupos más vulnerables dentro de su área de acción, para ello tiene la obligación de hacer un reparto equitativo de los bienes generados facilitando un acceso igualitario a las distintas oportunidades de empleo.

La minería también puede erradicar el problema de las desigualdades sociales desde la base, colaborando en la educación de calidad, mediante programas de formación específicos que benefician tanto a las empresas extractivas como a los ciudadanos y que facilitan el acceso a los más jóvenes al mundo laboral. La minería es una industria de la que dependen -y que depende- de otros sectores, por lo que muchas personas viven indirectamente de ella. Por ello, la minería tiene la responsabilidad de diversificar la economía y hacer más accesibles las licitaciones a los contratistas locales.

Además es imprescindible que haya transparencia con el capital generado por la minería, las industria debe aportar detalles de los pagos de tasas e impuestos al gobierno.

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2. La minería y la erradicación del hambre

Si hay un recurso más importante que los minerales, ese es el agua; y la minería tiene el deber de protegerlo. Hace unos años, la minería provocaba una gran degradación de los suelos con la consecuente contaminación de las aguas. Hoy en día la prevención está por encima de la restauración y las empresas extractivas han de monitorizar el estado del agua para que sea consumible por el ser humano. La minería ha de estar alineada con las políticas aplicadas al agua y aplicar las últimas técnicas para preservar este bien tan preciado.

Asimismo, la minería puede –y debe- convivir con la agricultura y la ganadería para conseguir un aprovechamiento 100% útil de los terrenos y garantizar la producción de alimentos, un buen ejemplo de este modelo es el de los Caolines de Vimianzo, empresa comprometida con las demás actividades de los lugares en que se asienta.

3. La minería, la salud y el bienestar

Las empresas mineras han de proteger a sus trabajadores desde la prevención y la información, promoviendo la salud y la seguridad en la zona de trabajo. Este es un punto en que tanto la formación sobre prevención de riesgos laborales como los materiales de protección -guantes, gafas, mascarillas, cascos o botas de trabajo- deben jugar un papel clave. Las empresas han de facilitar estos recursos a todos los trabajadores.

Un tema sensible dentro de la minería es la silicosis, una enfermedad pulmonar incapacitante y mortal que afecta a largo plazo a aquellas personas expuestas al polvo de sílice cristalina. Para luchar contra esta enfermedad es necesario adecuar las infraestucturas e implementar una ventilación adecuada que reduzca a tasas mínimas el polvo de sílice al que están expuestos los empleados.

4. La minería dentro de las ciudades y comunidades sostenibles

La reducción y la reutilización son los dos puntos clave para llevar a cabo un consumo responsable que permita el desarrollo de comunidades sostenibles. Estos dos verbos han de estar ligados a todas las fases del proceso extractivo y han de tener en cuenta todos los recursos implicados.

Teniendo en cuenta en primer lugar los materiales extraídos, es posible un aprovechamiento casi total de estos, mediante técnicas que permiten recuperar metales de las aguas residuales o mediante el aprovechamiento de los estériles de los yacimientos para usos múltiples como la creación de tecnosuelos. El aprovechamiento de estériles no solo es interesante desde el punto de vista medioambiental, reduciendo los acopios de material en canteras o vertederos, con el consiguiente impacto visual que conlleva, sino que se trata de una inversión completamente rentable, con la que se consigue aumentar la capacidad productiva de las plantas.

5. La minería y el cambio climático

La minería, al igual que la mayoría de actividades humanas, genera una serie de emisiones que contaminan el aire y contribuyen a agravar la problemática del cambio climático. La actividad minera exige información, transparencia y responsabilidad social para reducir su impacto a nivel local y global. Hoy en día reducir el consumo de energías fósiles no solo es necesario, sino que es la única alternativa. Los planes de la industria han de incluir una mejora en la eficiencia energética y el uso de energías renovables no solo durante la extracción del mineral, sino durante las demás fases de transporte y procesado, creando una cadena de trabajo responsable con el aire.

6. La minería, la paz y el fortalecimiento de las instituciones

La minería actúa como un factor estratégico no solo dentro de la economía sino también en las sociedades, ha de velar por el cumplimiento de los derechos humanos e integrar las necesidades de la comunidad dentro de sus objetivos globales. Ha de permanecer atento a las preocupaciones de los grupos de interés -gobierno, empresas, ciudadanos- y establecer una vía formal y accesible para recibir quejas y reclamaciones.

Además, la minería ha de luchar por que se cumplan las certificaciones de calidad mineral evitando las explotaciones e importaciones ilegales, velar porque las administraciones públicas respeten la normativa y sigan los procesos establecidos para los permisos de explotación.

Estos 6 puntos resumen una nueva forma de ver la industria minera, con prácticas que ya se están aplicando y de las cuáles se están obteniendo grandes resultados. 6 puntos que suponen grandes oportunidades y también grandes retos para los que es necesaria la  colaboración de todos los grupos implicados: gobiernos, ONGs, empresas privadas y sociedad.