La minería de Galicia no es como en Alaska

2022-02-15T17:31:52+01:0015/02/2022|

Puede que lo único que sepas sobre la minería lo hayas visto en televisión, en alguno de esos programas sobre búsqueda de oro que se emiten en el canal DMAX de España. Si te parece que esa es la realidad de la minería, te vamos a demostrar que estás equivocado. Le hemos pedido a ingenieros de minas que nos expliquen si lo que hacen los (presuntos) mineros de Norteamérica sería posible en Europa. Todos lo tienen claro: Galicia no es Alaska.

¿De qué estamos hablando? Todo empezó con ‘La fiebre del oro’ (Gold Rush), producida por Discovery Channel en EE.UU. En ella se siguen los esfuerzos de extracción de oro de varias empresas mineras familiares, principalmente en la región de Klondike (Canadá) y en Alaska (EE.UU). Los equipos de trabajo operan en territorios muy amplios, con técnicas asombrosas y cometiendo todo tipo de atropellos. Es una serie que hasta 2020 ha completado diez temporadas y emitido 212 capítulos de una hora cada uno.

Son muchos los spin-offs y réplicas que han seguido su estela, llevando a buscavidas y aventureros a realizar operaciones mineras irrespetuosas con el medioambiente y con la seguridad laboral en costas del mar de Bering, en la Guyana o en el outback de Australia. Todas con el mismo esquema: técnicas discutibles, codicia, personal mal formado y mucho drama.

“Ni hace 50 años se hacían las cosas así en España”

Lo que se ve en Gold Rush y en otros programas similares es una aberración en todos los aspectos. Sale todo lo que no se puede, ni se debe hacer. Lo que se ve en estos programas es impensable en Europa; te llevan directamente a la cárcel, y entiendo que tampoco es posible en el resto de los estados de EE. UU”, explica Carlos Martínez, ingeniero de Minas, director de la Asociación Galega de Áridos y profesor asociado de la Escuela de Minas y Energía (UVigo). “Hay bastante dramatización, pero el trasfondo da miedo”.

“Ni hace 50 años se hacían esas cosas en España”, añade Javier González Paz, ingeniero de minas y director de Esmin. Por su parte, Andrea Vizcón, ingeniera de Minas en Lista Granit, se resiste a pensar que hay mucha realidad en lo que se ve en televisión. “No puede ser real que apaguen un incendio de un camión con cubos de agua, ni que crezca musgo en un motor, ni que los palistas manejen la maquinaria como si fueran coches de choque”, explica.

“La maquinaría no pasaría ningún control de la UE”

Una de las principales locuras que se puede ver en esta serie es el desprecio por las más elementales normas de seguridad para los trabajadores, “verdaderas burradas”, como explica Martínez. “Ejecutan con maquinaria pesada grandes agujeros, generando taludes no consolidados, con empujes de agua desconocidos. La maquinaria que emplean, la fabrican ellos, sin control de emisiones, de consumos ni de riesgos para los trabajadores”.

Gold Rush maquinaria

La normativa de prevención de riesgos laborales española y la vocación de empresas y sindicatos por reducir los accidentes hacen que los índices de siniestralidad estén muy por debajo de los de otras actividades comparables. “Sin necesidad de hacer una inspección en profundidad, solo por las imágenes de la tele, la maquinaria que usan no pasaría ni un control de normativa de la UE”, advierte Javier González.

“La maquinaria que usan en estas series está disponible también en Europa y tiene unos libros de mantenimiento y unas obligaciones que nadie puede saltarse. No me explico como fabricantes de talla mundial como CAT pueden verse involucrados en estos desmanes”, añade Andrea Vizcón.

«No hacen restauración de los terrenos que arrasan”

Juan Ricoy Alonso, ingeniero de Minas, profesor de la Escuela de Minas y Energía (UVigo) y director técnico en la empresa Áridos do Mendo ha tratado de buscar referencias sobre recuperación de los terrenos después de su explotación. Sin resultados. “Nunca he escuchado hablar a los protagonistas sobre la restauración de los terrenos afectados, ni hacer ningún trabajo al respecto. En toda la serie, nunca he visto referirse a una concesión para la captación de agua o para su vertido. Emplean agua en grandes cantidades y nunca he visto que la traten y la recirculen para minimizar el consumo. Se talan árboles y no se habla de autorizaciones para hacerlo”.

Las empresas españolas están obligadas a presentar un plan de restauración detallado y a depositar unos avales ante la administración que garanticen su ejecución, pero en Gold Rush brillan por su ausencia. “En Europa tenemos que cumplir los planes de restauración más exigentes del mundo y allí, no existen. Mueven miles de toneladas de material y los dejan por ahí, amontonadas. Y los cauces de los ríos, pues como queden después de extraer el material a procesar”, añade Carlos Martínez.

Falta de profesionalidad en labores mineras

Otra de las realidades más cuestionables es la falta de profesionalidad y las carencias de los trabajadores protagonistas. “Al frente de las labores no hay técnicos con formación en ingeniería de minas o de geología. Se trata de aventureros que no planifican, que se plantan a perforar en un lugar sin hacer un estudio previo, sin análisis de rentabilidades. Por sus conversaciones y maneras de actual, el personal no está cualificado, ni ha realizado cursos de seguridad, como los ITC 02.1.02., obligatorios en España”, sostiene Javier González Paz.

Gold Rush

En España es obligatorio que las explotaciones mineras estén planificadas y supervisadas por un director facultativo, ingeniero, responsable técnico y legal del cumplimiento de la normativa. “En ningún capítulo he visto a algún técnico o ingeniero al frente de la explotación. Es el jefe o promotor el que marca las directrices de los trabajos aparentemente, sin base técnica o legislativa alguna. En ningún momento se hace referencia al proyecto de explotación o a estudios previos. Explotan en zonas según un criterio arbitrario, y cuando no encuentran oro, se ponen a probar en otro sitio”, añade Juan Ricoy.

«No es minería, es depredación de la naturaleza”

Los ingenieros de Minas de Galicia tienen claro que “no es un reflejo de la minería de EE.UU. Lo que se ve por la tele son bandas organizadas que esquilman recursos allá por donde van”, expone Javier González.

A Juan Ricoy la serie de Gold Rush le recuerda a “los buscadores de oro de las películas del Oeste, con retroexcavadoras y maquinaria pesada, pero con las mismas nociones técnicas y medioambientales”. Carlos Martínez es aún más claro: “Eso ni es minería sostenible, ni podemos ni llamarla minería. Eso es un ejemplo de lo que puede hacer el ser humano por apoderarse de los recursos de la naturaleza de forma descontrolada, pura depredación”.

La minería de España opera bajo uno estándares elevados en materia de seguridad y salud, así como de controles medioambientales, de respeto por el paisaje, el patrimonio y las cuencas hidrológicas. La realidad de la minería en la UE, con unos sistemas de control y vigilancia exhaustivos, está muy alejada de los realities dramatizados de los buscadores de oro de América.