La energía geotérmica se obtiene del calor derivado del subsuelo de la tierra, que debe ser trasformado y transportado a la superficie para su uso. Generalmente se realiza por medio de agua o vapor. Dependiendo de sus características, la energía geotérmica se puede utilizar con fines de calefacción y refrigeración (baja entalpía) o se puede aprovechar para generar electricidad limpia. Sin embargo, para la generación de electricidad se necesitan recursos de alta o media entalpía, que suelen estar ubicados cerca de regiones tectónicamente activas.
La energía geotérmica representa actualmente menos del 1% de la capacidad de generación de electricidad mundial y se está utilizando activamente en más de 20 países, según la International Renewable Energy Agency (IRENA). EE.UU es el mayor productor del mundo, con aproximadamente 2,5 GW en 2018.
El calor de la tierra se puede utilizar como energía para generación de electricidad, para un uso directo o indirecto o para cogeneración. En cualquier caso, existen limitaciones con el uso de energía geotérmica ya que la electricidad solo se puede generar en lugares con temperaturas altas o medias, generalmente en zonas con surgencias de agua a alta temperatura o con volcanes activos. Algunos países como Indonesia, Islandia, Filipinas y Nueva Zelanda emplean activamente la energía geotérmica para satisfacer sus necesidades de electricidad.
Acero de altas prestaciones para energía geotérmica
La energía geotérmica genera electricidad a partir de energía térmica ubicada debajo de la superficie de la tierra, ya sea en líquido, vapor atrapado o roca. Por lo tanto, la geotermia requiere un nivel muy alto de acero de calidad para poder transportar depósitos de vapor y agua caliente para la generación de electricidad.
Las aleaciones muy resistentes a la corrosión, por ejemplo, son necesarias en las plantas geotérmicas, que requieren minerales escasos como el titanio y el molibdeno. La demanda de estos minerales para plantas geotérmicas específicas variará de un lugar del planeta a otro según el número y la profundidad de los pozos necesarios para acceder a la energía térmica.
La energía geotérmica usa relativamente más acero que la eólica, aproximadamente 6 a 10 veces más por megavatio de capacidad. A diferencia del viento, que también requiere una gran cantidad de acero, fabricado principalmente a partir de una mezcla de níquel y mineral de hierro, la geotermia requiere aleaciones de acero con una gran cantidad de titanio para hacer frente al alto calor y la presión en la generación de energía geotérmica.
Además de la adición de titanio, los aceros necesarios para la energía geotérmica requieren de significativas cantidades de níquel, molibdeno, cobre, cromo y manganeso. A pesar de no ser un recurso muy empleado en la actualidad, la mejora de la tecnología y los avances en los procesos de perforación, generación y circulación podrían situar a la energía geotérmica como una fuente de electricidad en algunas partes de Galicia, como Ourense, que cuenta con grandes potencialidades.
Metales para instalaciones de baja entalpía
En Galicia, las instalaciones de geotermia no emplean fuentes de calor de alta entalpía, por lo que la utilización de materias primas minerales se circunscribe a las bombas de calor y los circuitos de agua de los pozos. Estas tecnologías son intensivas en aceros especiales, aluminio y conducciones de cobre, como otros sistemas de calefacción, agua caliente sanitaria y aire acondicionado.