Una ley que nace del consenso y llena de oportunidades para Galicia, por Francisco Conde

2020-03-27T09:47:52+01:0020/03/2020|

“Es la riqueza más grande del mundo, y también es la más delicada, ti, tan pura en el vientre de la tierra”, así se refería al agua Antoine de Saint- Exupéry en su obra ‘ Terre des hommes’. Una frase que contiene a las dos máximas con las que Galicia trabajó a la hora de legislar los usos de sus aguas termales, intentando equilibrar el potencial de este recurso con su necesaria protección.

Galicia es hoy, gracias a la entrada en vigor de la Ley 8/2019 de regulación del aprovechamiento lúdico de las aguas termales, una Comunidad pionera que toma la iniciativa en este importante sector al ofrecer un completo marco normativo regulando un nuevo uso de las aguas termales.

Galicia se convierte en un referente normativo porque asume la responsabilidad que conlleva ser una de las regiones europeas con mayor riqueza termal y la primera de España. Una aseveración avalada por las cifras: 300 captaciones de aguas mineromedicinais, 21 balnearios y tres talasos que ofrecen más de 3.000 plazas #hotelero y reciben 150.000 usuarios al año; pero también por la calidad, ya que la quinta parte de los establecimientos balnearios de España que cuentan con el sello Q de Calidad Turística están en Galicia.

Tenemos en el agua, en general, y en las termales, en particular, una importante fuente de riqueza natural que hacen de nuestra tierra una potencia nacional e internacional en la materia y posicionan este sector como un destacado activo no solo natural, sino también patrimonial, cultural, industrial y, por supuesto, turístico y lúdico.

En definitiva, un recurso estratégico que era preciso regular para ordenar y desarrollar un sector que estaba atravesando una importante transformación e impulso. En los últimos años, comenzó a extenderse a nivel mundial una nueva tendencia basada en el uso de las aguas mineromedicinais y termales con un uso lúdico y asociado al ocio, proliferando proyectos turísticos que pretendían dar una respuesta la esta nueva demanda pero que, en la práctica, carecían de las condiciones establecidas legalmente para ser consideradas balnearios y que tampoco tenían una reglamentación específica.

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Ahí es donde Galicia detectó que existía un vacío legal que era necesario cubrir con el objetivo de afrontar una realidad empresarial y una demanda real de la sociedad, propiciando el crecimiento de este sector y otorgándole seguridad jurídica y garantías no solo a los proyectos, sino también a los usuarios.

Gracias a la nueva ley, Galicia contará con uno nuevo mapa termal en el que el uso de estas aguas estará perfectamente ordenado y regulado. Así, se establece una frontera clara entre los balnearios -con usos terapéuticos y regulados por la ley 5/1995- y los espacios y piscinas termales con un uso lúdico que cuentan con la noticia normativa.

Esta ley nace, además, del consenso y del diálogo permanente con el sector y con todos los agentes implicados tanto desde el punto de vista balneario y turístico cómo minero, porque pretende ser el germen de nuevas oportunidades para Galicia: en el campo del turismo, al ofrecer una mayor oferta y diversidad de servicios; en el ámbito empresarial, al permitir constituir una nueva actividad económica totalmente regulada; y en la dinamización de los ayuntamientos de interior, favoreciendo el establecimiento de nuevos negocios generadores de empleo y visitantes y, por tanto, riqueza para lo rural gallego.

Precisamente, promover el desarrollo económico y social de las poblaciones donde surgen estas aguas termales es uno de los cuatro objetivos prioritarios que la nueva ley marca y que se complementan con el compromiso de velar por la salubridad y higiene de los aprovechamientos lúdicos de las aguas; con la garantía de la sostenibilidad ambiental de las aguas para evitar la degradación de su calidad y la reducción de su caudal; así como la protección de su integridad como recurso.

Se trata, en resumen, de impulsar el sector sin olvidar que lo prioritario es proteger este importante recurso natural y su entorno @ao mesmo tempo que se garantizador a los usuarios a salubridad y seguridad de las instalaciones. Lo conseguiremos gracias a la regulación del procedimiento para la obtención de la declaración de aguas termales y a la tramitación para otorgar el título autorizatorio o concesional para realizar su aprovechamiento lúdico.

La ley también contempla los casos en los que son compatibles los nuevos aprovechamientos lúdicos con establecimientos balnearios y sus perímetros de protección. Fija el deber de contar con una garantía financiera, un seguro de responsabildad civil y un plan de aprovechamiento con carácter cuatrienial, además de restituir la situación a su estado original y dejar la zona en condiciones de seguridad, debiendo aprobarse un plan de cierre y abandono.

De cara a lograr una mayor confianza por parte de los usuarios, la normativa fija las condiciones de accesibilidad y seguridad de las instalaciones, así como medidas higiénico-sanitarias y un régimen de inspección y sanción.

Finalmente, también se recoge una solución para aquellas instalaciones destinadas al aprovechamiento lúdico de las aguas que ya están funcionando en la actualidad, concediendo un plazo máximo de 12 meses para regularizar su situación y garantizar la continuidad de aquellos espacios que llevan tiempo ofreciendo sus servicios a la ciudadanía.

En definitiva, Galicia se convierte en una Comunidad pionera al ofrecer las máximas garantías a todos los actores implicados en el desarrollo del sector de las aguas termales de uso lúdico. Los propietarios contarán con amparo legal; los emprendedores tendrán un marco perfectamente definido; los usuarios, la certeza de que se encuentran en espacios que cumplen todas las exigencias precisas; y nuestras aguas, ese recurso de gran riqueza y delicadeza a lo que se refería Antoine de Saint- Exupéry, seguirán contando con la protección que merecen. Una ley llena de oportunidades con la que confiamos en que toda Galicia, sobre todo nuestro rural, salga ganando.

Autor: Francisco Conde López, Conselleiro de Economía, Emprego e Industria (Xunta de Galicia)