La minería es clave para la energía limpia

2019-12-02T09:52:50+01:0002/12/2019|

Desde la segunda revolución industrial, los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo han sido la principal fuente para producir electricidad, liberando grandes cantidades de gases de efecto invernadero. En la actualidad, las energías renovables se constituyen como el camino hacia un nuevo modelo energético más sostenible y respetuosos con el medio ambiente.

El consumo de carbón a nivel mundial es responsable de casi la mitad de las emisiones de dióxido de carbono del sector de la energía. Y, sin embargo, solo el 29% del consumo energético del planeta procede del carbón. De esta forma, se sitúa como la segunda fuente de energía más empleada en el mundo por detrás del petróleo.

Para reducir el impacto de las emisiones de carbón se va a necesitar recurrir cada vez más a las energías renovables. La eólica y la solar son dos opciones ya consolidadas en cuanto a la producción de electricidad. Además, la energía nuclear se posiciona como otra de las opciones que proporcionan una energía limpia e inagotable. Pero para que se pueda generar esta energía baja en emisiones de CO2, tanto las renovables como la nuclear van a necesitar productos básicos que provienen de la minería.

Del carbón energético a la minería

Las transformaciones en el campo de la energía también se dejan notar en el sector de la minería. Las minas son las encargadas de proporcionar el carbón necesario para que las centrales térmicas produzcan electricidad, pero con la transformación del panorama energético el papel de la minería también cambia.

De proveedores de carbón, las minas pasarán a ser proveedores de los componentes necesarios en los mecanismos que generen la electricidad. Los metales y minerales destinados a la producción de energías renovables son de vital importancia, ya que sin ellos sería imposible la fabricación de, por ejemplo, aerogeneradores o paneles solares.

Los minerales también hacen acto de presencia en las reservas de la electricidad producida. Este almacenamiento se hace en baterías elaboradas con litio, plomo, níquel o sodio, que son las que ayudarán a integrar las energías renovables dentro del tejido eléctrico. Además, la reserva de energía en baterías solventará el problema de los picos altos y bajos en el suministro.

Mientras que las energías renovables siguen avanzando como fuentes de electricidad, la expansión de la capacidad nuclear incrementará la demanda de uranio y otros minerales como el deuterio y el tritio además del interés por catalizadores hechos con metales preciosos.

Las energías alternativas y limpias

Los objetivos de clima y energía de la Unión Europea para 2050 pasan por reducir las emisiones de carbono hasta el 95% respecto de 1990, al mismo tiempo que se dependa cada vez más de las energías renovables. Se predice que, para 2050, España podría abastecerse únicamente de energías renovables si se hace un uso eficiente de ellas. Las dos energías renovables que se encuentran más consolidadas son la eólica y la eléctrica.

La energía eólica se posiciona como una de las principales formas de producción de energía en el panorama energético europeo al ser una de las menos contaminantes y seguras. La electricidad que puede generar un aerogenerador alcanza una capacidad similar a la que producen 1.000 kilos de petróleo además de que evita las emisiones de dióxido de carbono al no usar carbón. Sin embargo, para que todo esto pueda producirse, se necesita construir aerogeneradores capaces de convertir la energía cinética del viento en electricidad. Para ello se usan los siguientes metales:

  • Neodimio, hierro, boro y disprosio. Estos metales se usan en el imán permanente de los generadores para que se mueva la turbina.
  • Cobre. Cada uno de los miles de aerogeneradores que cubren los montes de Galicia (y de todo el planeta) pueden usar desde 400 kilos hasta cuatro toneladas dependiendo de la tecnología que se utilice.
  • Plomo, litio, níquel y sodio. Los sistemas de almacenamiento energético son los elementos que permiten que las energías renovables puedan integrarse en el tejido eléctrico.
  • Molibdeno y zinc. Van a permitir que el acero usado para construir la torre se mantenga en buenas condiciones más tiempo. Un spray de zinc es lo que permitirá que la torre esté protegida frente a la corrosión.

Está previsto que la energía solar aporte un 35% de las energías renovables para 2030. España cuenta, además, con las condiciones atmosféricas óptimas para producir energía solar mediante sus tres tecnologías: paneles fotovoltaicos, térmicos y termoeléctricos.

  • Panel solar fotovoltaico. Por lo general estos paneles están compuestos por unas células fotovoltaicas de silicio, que mediante el efecto fotoeléctrico, permiten transformar la energía lumínica en energía.
  • Panel solar térmico. También llamado colector solar, permite transformar la energía procedente del sol en energía térmica, es decir, en calor.
  • Panel solar termoeléctrico. Es una mezcla de los dos anteriores, ya que permite la producción de electricidad y calor al mismo tiempo.

Al igual que con los aerogeneradores, se necesitan una serie de metales para la creación de paneles solares. El elemento principal con el que están formados es el silicio, metal que se extrae del cuarzo, un mineral muy presente en el sector minero gallego. Además del silicio, también aparecen en menor cantidad cobre, molibdeno, berilio, germanio, galio e indio. 

El futuro es la energía nuclear

La energía nuclear se presenta como una alternativa que también permite reducir el uso de carbón para la generación de electricidad. Va a permitir que esta se genere de forma sistemática con un nivel muy bajo de emisiones de dióxido de carbono. Es, además, compatible con otras energías renovables dentro de una matriz diversificada y limpia.

La producción de energía eléctrica en una central nuclear es continua, es decir, se genera electricidad durante el 90% del tiempo, lo que beneficia a la planificación eléctrica. Además, al no depender de factores naturales, se solventa la que puede ser la gran desventaja de las energías renovables mientras que no se fabriquen sistemas de almacenamiento más potentes.

El papel que juega la minería dentro de la energía nuclear es el de proporcionar los minerales necesarios para llevar a cabo los procesos de fisión y fusión. El mineral más usado en la energía nuclear es el uranio, del que se extrae su isótopo 235, el único fisible. Pese a ser un elemento radioactivo, su extracción se hace de igual forma que la de otros minerales, tomando siempre las precauciones necesarias para no contaminar el entorno.

La producción eficiente de energía es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la industria eléctrica. Las energías renovables suponen una oportunidad de crecimiento sostenible con grandes ventajas, como la reducción de emisiones de gases contaminantes y el ahorro energético, hechos que contribuyen a mejorar la calidad de vida y a proteger el medio ambiente.

El futuro de la minería y de las energías renovables está interconectado. Mientras que el camino exacto para reducir la cantidad de combustibles fósiles aún es incierto, la adopción masificada de nuevas tecnologías en este campo tiene el potencial de cambiar los patrones de uso de los metales a nivel mundial, y, con ellos la función del sector de la minería.