¿Qué es la minería sostenible?

2022-12-14T15:57:02+01:0014/12/2022|

Hablar de minería sostenible va más allá de la rehabilitación de los huecos mineros resultado de la actividad extractiva. Durante años, la recuperación de minas y canteras ha centrado el debate, pero esta recuperación es solo una parte del conjunto de acciones que se están disponiendo y ejecutando desde el sector minero para garantizar un desarrollo verdaderamente sostenible desde dentro y hacia fuera, teniendo en cuenta a sus grupos de interés. Y Galicia es un buen ejemplo de ello.

Es necesario recordar que la minería es básica para una buena parte de los sectores industriales en el mundo. Y nuestra comunidad no es una excepción. Sin el suministro de sus productos la actividad se paralizaría, con las consecuencias sociales que ello implica. No hay que irse muy lejos para encontrar un ejemplo, el de Stellantis en Vigo, cuya producción ha sufrido parones en todos sus turnos aquejada de la falta de suministro de microchips. Estos pequeños pero básicos componentes, también llamados semiconductores, implican en su fabricación el uso de materias primas minerales como el cobre, el níquel o la plata.

El bienestar de toda la sociedad presente y futura es y debe ser uno de sus objetivos a largo plazo. Y más teniendo en cuenta que el consumo de los productos mineros está creciendo de manera exponencial a nivel global.

Minería sostenible enmarcada en un objetivo global

El término ‘Sostenibilidad’ está en boca de todos desde hace años. Seguro que has oído hablar de los Objetivos Globales de Desarrollo Sostenible impulsados por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Los 17 puntos de esta hoja de ruta a 2030 pretenden encaminar a todos los países hacia los grandes desafíos a los que se enfrenta el planeta, garantizando una vida mejor para todos los ciudadanos del mundo, pero sin comprometer el futuro de las generaciones venideras.

Para lograr el objetivo a largo plazo de la sostenibilidad y las vías y procesos necesarios para hacerlo debe existir necesariamente un compromiso y una responsabilidad colectiva. Es una tarea de todos y cada uno hacerla realidad. La celebración y puesta en común al más alto nivel mundial, como son las Cumbres Climáticas, entre ellas, la reciente COP26, son solo el punto más alto de toda la cadena. La promoción y asunción de esos objetivos debe interiorizarse en todas las capas: continental, nacional y local.

Y también en los diferentes sectores, entre ellos el minero, al que ya se le nombra específicamente en la Declaración de Johannesburgo de 2002 en la que se incluye un plan de aplicación a través del cual avancen hacia ese desarrollo sostenible, una minería sostenible.

Economía circular: recursos renovables y más verdes

La sostenibilidad de la actividad minera siempre ha estado en entredicho. Uno de los argumentos que se muestran contrarios a esta realidad hunden sus raíces en modelos económicos que datan del siglo XIX en los que se refieren a los recursos mineros como no renovables. Las nuevas corrientes económicas sostienen lo contrario ya que la actividad extractiva y sus productos han entrado de lleno en la economía circular.

Porque la recuperación, reutilización, valoración de residuos y la mejora de todos procesos que implica la actividad minera, forman parte de la solución y de su contribución a los principios de desarrollo sostenible.

El uso de las nuevas tecnologías, la llamada Minería 4.0 que incorpora big data, Inteligencia Artificial (IA) o Machine Learning, permiten que la localización, prospección, exploración, factibilidad y la vida útil de la mina en el que se incluyen los patrones de usos de la tierra y el impacto ambiental sean más fáciles y respetuosos.

Además de reducir el impacto ambiental de la actividad sobre los terrenos, minimizando la escasez y el desperdicio de recursos, la industria minera está apostando por la eficiencia energética y el uso de tecnologías limpias. Por todos es sabido sus fuertes necesidades de consumo eléctrico, sobre todo, de las empresas relacionadas con la transformación y valorización de sus productos. Este tipo de iniciativas son claves en términos de sostenibilidad económica, teniendo en cuenta la escala de precios en la energía, sino también de reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.

Minería sostenible incluye a todos los grupos de interés

La apertura de nuevas explotaciones mineras y la ampliación de otras existentes, teniendo en cuenta el tirón mundial con aumentos de producción que superan los niveles prepandemia, amenaza con extender la brecha que todavía parece existir entre, por un lado, empresas y gobiernos, y, por el otro, las sociedades locales directamente afectadas por la actividad minera.

Una falta de entendimiento que tiene que ver con las formas en las que la minería de antaño ha afectado de forma positiva, pero también negativa sobre la calidad de vida de las comunidades locales. Según el estudio publicado en 2020, “El impulso hacia perspectivas consensuadas para la mejora de la minería sostenible”, los intentos por establecer marcos válidos que aseguren que todas las partes interesadas –empresas, autoridades y colectivos locales – estén alineados y de acuerdo respecto a la sostenibilidad de las operaciones mineras que los afectan han sido limitados en los últimos 20 años.

Los autores de este documento señalan que solo si hay un consenso global, un proyecto tendrá la oportunidad de ser verdaderamente sostenible en todos sus aspectos: social, ambiental y de gobernanza. Son los llamados criterios ASG, que van más allá de la Responsabilidad Social Corporativa, porque incorporan un cambio cultural en la operativa de las empresas.

No es solo un tema de eficiencia energética, sino de tener unos principios y valores claros en las materias que preocupan a la sociedad, a los inversores y a los financieros. Esto es, satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras en términos de la propia organización (internos) y de sus grupos de interés (externos).

Minería sostenible, valores y consenso

Todos los puntos de vista serán bienvenidos y sus necesidades, que pueden variar con el tiempo, serán escuchadas y revisadas de forma periódica alcanzando siempre puntos de consenso. Eso sí, teniendo en cuenta que cada proyecto es único, evitando trasladar las medidas de una explotación a otra. ¿Tiene la misma afectación una mina de cobre en Finlandia, que otra explotación en el Congo? En absoluto, por lo que la respuesta será también diferente.

Esta es otra de las patas de la minería sostenible que debe encontrar apoyo en las administraciones, cuyas políticas establecen el marco legal en cada país, región o comunidad. Un círculo virtuoso que no puede perder de vista los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y tampoco la búsqueda de marcos de desarrollo e indicadores sociales, económicos y ambientales locales a los que empresas, gobierno y comunidades se adhieran. Solo con el consenso es posible una verdadera minería sostenible.