La inteligencia artificial está impulsando una nueva era tecnológica, social y laboral que depende, en gran medida, de minerales estratégicos. A medida que las sus demandas crecen exponencialmente, también lo hace la necesidad de minerales asociados a su creación. Todos ellos permiten la fabricación de componentes clave en todos los sistemas de inteligencia artificial, tales como procesadores, chips, servidores y centros de datos.
En Europa, y en particular Galicia, enfrentan desafíos, pero también oportunidades en este contexto. El desarrollo de políticas para aprovechar los recursos minerales locales, junto con inversiones en reciclaje y en tecnologías de sustitución, será crucial para asegurar el futuro de su suministro.
¿Cuáles son esos minerales esenciales para la inteligencia artificial?
Como comentábamos, el desarrollo de la inteligencia artificial implica el uso de una serie de minerales, denominados estratégicos, implicados en la fabricación de los componentes clave de sus sistemas. Pero, ¿cuáles son los minerales esenciales para el desarrollo de esta tecnología?
El litio y el cobalto son fundamentales para la producción de baterías de ion-litio, que están presentes en muchos dispositivos electrónicos, incluidos servidores y centros de datos utilizados para entrenar modelos de inteligencia artificial, además de ser cruciales para smartphones, ordenadores y otros dispositivos portátiles y autónomos que hacen uso de algoritmos de inteligencia artificial. Se prevé que con el crecimiento de las tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial, la demanda de estos dos minerales siga aumentando progresivamente.
El grafito también es fundamental para las baterías de ion-litio como material del ánodo. Además, el grafeno, un derivado del grafito, está siendo investigado para su posible uso en electrónica avanzada gracias a sus excelentes propiedades de conducción y flexibilidad.
El níquel es otro material crítico en la producción de baterías de alto rendimiento y resistentes al calor, como las usadas en la fabricación de superordenadores y otros componentes electrónicos de alta gama. A medida que la inteligencia artificial siga demandando mayores capacidades, el uso de este metal será cada vez más importante.
Uno de los elementos indispensables en la fabricación de componentes electrónicos como cables y circuitos que se encuentran en dispositivos de inteligencia artificial y sistemas de comunicación es el cobre. Este metal posee excelentes propiedades de conducción térmica y eléctrica, lo que lo convierte en un material clave para la creación de semiconductores y también superordenadores. En este sentido, también cabe destacar el silicio, fundamental también para la fabricación de chips semiconductores que son el corazón de los procesadores que alimentan las aplicaciones de la inteligencia artificial.
Por su parte, las tierras raras, un grupo de elementos entre los que destacan el neodimio, el praseodimio, el disprosio y el terbio, son cruciales para la fabricación de imanes de alta potencia usados en motores eléctricos y generadores de energía, esenciales en la robótica y en los sistemas avanzados de inteligencia artificial. También son importantes en la fabricación de pantallas y dispositivos ópticos avanzados.
La demanda de minerales vinculados a la inteligencia artificial
Las tecnologías basadas en la inteligencia artificial están expandiéndose a sectores como la industria automotriz, la atención médica, la manufactura y los servicios financieros. Precisamente por eso las necesidades de estos minerales van a aumentar exponencialmente en los próximos años.
Un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sugiere que la demanda de ciertos minerales críticos podría aumentar entre un 300% y 500% para 2040. Las baterías de ion-litio representan una parte importante de este aumento.
- Se prevé que la demanda de litio aumente aproximadamente un 40% para 2030, debido al crecimiento de los vehículos eléctricos y dispositivos portátiles con IA.
- La demanda de cobalto podría aumentar un 20% anual en la próxima década, debido a la necesidad de baterías para dispositivos avanzados.
- En cuanto a las tierras raras, como el neodimio y el disprosio, la demanda podría triplicarse en los próximos 20 años, dado el auge de los sistemas de robótica y motores eléctricos que usan la inteligencia artificial.
- Se espera que la producción de cobre y níquel crezca exponencialmente debido a la creciente complejidad de los centros de datos que procesan grandes cantidades de información para los algoritmos de inteligencia artificial.
- La demanda de silicio y grafito también aumentará de manera constante, pero los esfuerzos en investigación buscan desarrollar alternativas de mayor rendimiento, debido al estrés que ya enfrentan las cadenas de suministro globales.
Desafíos y oportunidades para Europa
Europa, al igual que muchas otras regiones del mundo, depende en gran medida de las importaciones de minerales críticos. Por ejemplo, más del 90% de las tierras raras provienen de China, lo que plantea un desafío estratégico, especialmente en un mundo donde la inteligencia artificial y la transición energética aumentan la competencia global por estos recursos.
En los últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha iniciativas para reducir su dependencia de estos países mediante la exploración de reservas internas, el reciclaje de materiales críticos y la promoción de tecnologías de sustitución. La Ley Europea para las Materias Primas Fundamentales busca mejorar el acceso a minerales críticos mediante la diversificación de proveedores y la explotación de fuentes internas.
Galicia, clave en la explotación de recursos estratégicos
Galicia, en particular, tiene un enorme potencial en el suministro de minerales clave para la inteligencia artificial. La comunidad cuenta con importantes reservas de minerales como estaño, wolframio, litio o cobre, los cuales son cada vez más estratégicos en la fabricación de componentes tecnológicos.
El wolframio (o tungsteno) es especialmente relevante, ya que Galicia es uno de los pocos lugares de Europa con reservas significativas de este metal. Se utiliza en aleaciones resistentes al calor, esenciales para la fabricación de chips y otros componentes electrónicos de alta gama.
Soluciones sostenibles y reciclaje de materiales críticos
Europa también está avanzando en el reciclaje de materiales críticos como parte de su enfoque hacia una economía más circular. El reciclaje de baterías de ion-litio y de componentes electrónicos viejos podría reducir significativamente la necesidad de extracción de nuevos minerales. Además, se están desarrollando tecnologías para reciclar tierras raras a partir de dispositivos electrónicos obsoletos, lo que podría mitigar el impacto ambiental y ayudar a reducir la dependencia de las importaciones.
Otra solución a largo plazo es la innovación en materiales. La búsqueda de alternativas a los materiales actuales podría ser uno de los caminos que ayuden a disminuir la necesidad de ciertos minerales que ahora son críticos.