En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la sostenibilidad se convierte en prioridad. Por ello, el Consejo Europeo aprobó en marzo de 2024 la Ley Europea de Materias Primas Críticas. Esta legislación es crucial para la seguridad y el progreso tecnológico de la Unión Europea, y también significa una oportunidad de oro para regiones ricas en recursos naturales, como lo es Galicia.
Esta ley asegura un suministro seguro y sostenible de materias primas escasas, pero también esenciales para las transiciones verde y digital, así como para las industrias de defensa y espacial. Con esto, Europa pretende aprovechar todo lo posible sus recursos propios, potenciando así el autoabastecimiento y la producción local reduciendo, además, la dependencia del exterior.
Con el objetivo de reforzar la autosuficiencia, se ha propuesto que al menos el 10 % del consumo anual de la UE se extraiga en su territorio y que el 40% del procesado se realice en sus instalaciones. En materia de reciclado, al menos el 25% del consumo debe proceder del reciclado interno y no más del 65% del consumo anual de cada materia prima estratégica, en cualquier fase pertinente de procesado, debe proceder de un único tercer país.
Todo este contexto pone de manifiesto el gran potencial de Galicia para posicionarse como una de las regiones clave en la transición ecológica, tanto en España como en Europa. Hay multitud de aspectos que fortalecen esta idea, como la localización o las infraestructuras disponibles.
Por un lado, es fundamental la sólida red de infraestructuras en Galicia. La región se conecta con Europa y el mundo a través de multitud de puertos, carreteras y ferrocarriles. Esto facilita enormemente el transporte y la exportación de materias primas, lo que es vital para una economía circular.
Otro aspecto fundamental es la ubicación de la región, que brinda a los terrenos una riqueza geológica que los dota de algunos de estos recursos esenciales. En Galicia, tenemos la fortuna de contar con la presencia de 15 de estas materias primas.
Las materias primas críticas estratégicas en Galicia
Las materias primas críticas estratégicas detectadas hasta ahora en Galicia son el antimonio, la barita, el grafito natural, el niobio, el tántalo, el wolframio, el silicio metálico, las tierras raras ligeras, las tierras raras pesadas, el estaño, el magnesio, el cobalto, el platino, el litio y el titanio.
Algunos yacimientos que continúan en activo extraen minerales estratégicos como el magnesio. Este se extrae en forma de magnesita en la Magnesitas de Rubián en O Incio (Lugo).
El silicio metálico, por su parte, es un mineral estratégico para la industria solar fotovoltaica. La planta de Ferroglobe, en Arteixo, está especializada en la producción de silicio a partir del cuarzo y es un referente en este ámbito. La abundancia del cuarzo en sus tierras y las instalaciones especializadas posicionan a Galicia como líder en la obtención de este recurso, suponiendo un 74 % de la producción nacional y un 93 % de las exportaciones, principalmente a través de sus puertos.
Sin embargo, hay otros minerales que han experimentado problemas en distintas fases de su explotación. El antimonio, por ejemplo, se encuentra en antiguas minas como las de Santa Eufemia, aunque desde los años 1950 no hay explotaciones activas. El titanio tuvo un recorrido similar: se extrajo durante unos treinta años cerca de Carballo, en la zona de Balarés, en Ponteceso, pero a partir de 1960 el yacimiento pasó a estar inactivo.
La barita y el grafito natural son otros minerales que se han identificado en la comunidad. Para poder extraerlos, es necesario explorar antes a fondo su presencia y, aunque se ha intentado en numerosas ocasiones, estos proyectos se han encontrado con muchas barreras legislativas.
El wolframio es un mineral que ha tenido una gran importancia histórica en Galicia. En los últimos años, la mina de San Finx, en A Coruña era la única que seguía manteniendo actividad en la extracción de este mineral. Sin embargo, la falta de renovación de licencias ambientales supuso un impedimento para continuar con la producción, que está interrumpida desde 2017.
Lo mismo ha ocurrido con el estaño, otro mineral estratégico cuya extracción se reactivó y se paralizó en las mismas condiciones y en el mismo yacimiento que el wolframio. No obstante, este mineral corrió un poco más de suerte, ya que actualmente se pueden extraer cantidades significativas en las minas de Viana do Bolo, en Ourense.
En este yacimiento ourensano también se extraen otros minerales como el cobalto y el tántalo. Además, se ha confirmado la presencia de niobio en estas minas. Por ahora, se considera la única presencia de estos minerales en Europa.
Por otra parte, el cobre definido en la Hoja de Ruta de la Materias Primas Minerales como la piedra angular de todas las tecnologías relacionadas con el suministro de energía eléctrica, tiene uno de los principales depósitos europeos el yacimiento de Touro, en A Coruña.
El platino y el litio son otros de los minerales cuya presencia en el territorio ha sido confirmada. No se ha explorado a fondo el terreno y, por tanto, tampoco se puede valorar su extracción. Esto es porque los proyectos que proponían estas acciones no han acabado de arrancar. Cabe destacar que estas propuestas se centraban, especialmente, en la búsqueda de litio.
Las tierras raras, tanto ligeras como pesadas, son otro grupo de minerales presentes en Galicia. Aunque actualmente no hay permisos activos para su exploración, se ha comprobado su presencia en la Serra do Galiñeiro, entre las regiones de Vigo y Gondomar.
La nueva ley y la Axenda 2030
Es relevante tener en cuenta que hay algo que nos diferencia inmensamente de otras zonas: la tradición minera y la experiencia. Esta legislación establece parámetros ambiciosos para el desarrollo de capacidades nacionales en toda la cadena de valor de las materias primas. El arraigo de esta cultura, así como el bagaje en su puesta en práctica, colocan a Galicia en una posición valiosa de cara a aprovechar los recursos de manera sostenible.
Esta nueva ley está alineada con los objetivos de la Axenda de Impulso da Minería Sostible 2030 de la Xunta de Galicia. Ambas están comprometidas con desarrollar una minería sostenible y responsable, y utilizar los recursos propios de manera eficiente y respetuosa con el medioambiente.
Sin embargo, la Axenda de Impulso, al ser un documento centrado en Galicia y que ya tiene en cuenta sus particularidades, va un poco más allá y la completa este aspecto aprovechando esta experiencia y enfocándola hacia una digitalización de la administración minera, junto al desarrollo de cadenas de valor estratégicas.
La nueva ley tiene entre sus objetivos aumentar la agilidad de los trámites administrativos e implementar prácticas responsables en toda la cadena de valor. La Axenda, al ser un documento centrado en Galicia, tiene en cuenta las particularidades de la región. De esta forma, refuerza y complementa estos objetivos orientando dichas singularidades, como la experiencia minera de su sociedad, hacia aspectos como la digitalización de la administración minera y el desarrollo de cadenas de valor estratégicas. Esto resultará en una mayor agilidad burocrática, y facilitará las prácticas sostenibles en todas las fases de la cadena de valor.
La implementación de esta ley tendrá multitud de consecuencias positivas en Galicia. Por un lado, va a suponer un impulso económico, ya que potenciará el sector minero y mejorará las capacidades de reciclaje y procesamiento. Esto se va a traducir en un aumento de empleos locales y de calidad en la región.
Además del sector minero y los puestos de trabajo directos, también se fomentará el desarrollo de otros sectores, como la investigación, la ingeniería o la restauración ambiental. Esto no solo resultará en la creación de muchos empleos indirectos, sino que también puede posicionar a Galicia como un centro clave de innovación para tecnologías estratégicas.
Otro beneficio que experimentará la región es un avance claro en el desarrollo sostenible. Las evaluaciones de riesgos y los planes de exploración nacionales que han de ponerse en marcha potenciarán un enfoque más sostenible y responsable hacia la explotación de recursos naturales en Galicia.
Las administraciones deberán acelerar la concesión de permisos
Obtener las licencias y los permisos para explorar y explotar un yacimiento es un proceso complejo. Para conseguir estos documentos hay que pasar por evaluaciones de impacto ambiental, con tramitaciones que se pueden demorar una media de 12 años. Además, la incertidumbre legal, como los cambios en las regulaciones y las disputas legales, generan dudas en los inversores y dificultan la toma de decisiones. Todo esto ha obstaculizado y retrasado mucho la puesta en marcha de nuevas iniciativas en Galicia.
Un objetivo importante de la Ley Europea de Materias Críticas es una mayor agilidad de los trámites burocráticos para conseguir estos permisos. Para ello, se establecen plazos claros y específicos para los procedimientos de concesión de licencias. Por otro lado, la Comisión puede designar proyectos como estratégicos y agilizar así su desarrollo. Esto se podrá hacer a través de puntos de contacto únicos que serán creados en los Estados miembros para simplificar la comunicación y el proceso administrativo.
La reciente aprobación de la Ley Europea de Materias Críticas marca un hito crucial para la sostenibilidad y el progreso tecnológico en la Unión Europea. Galicia, con sus particularidades geológicas, su infraestructura y su cultura minera, se encuentra en una posición privilegiada para capitalizar esta oportunidad. La implementación de la ley promete impulsar la economía regional, crear empleos de calidad y avanzar hacia una explotación más responsable de los recursos naturales. Sin embargo, para maximizar estos beneficios, es imperativo acelerar los procedimientos de concesión de licencias, un objetivo central de esta legislación.
