La nueva minería se desarrolla en antiguas explotaciones y escombreras

2020-05-21T10:35:59+02:0021/05/2020|

El avance en las tecnologías mineras permite cada pocos años nuevos avances en la recuperación de minerales valiosos en donde antes solo había inertes y escombreras. De esta forma, las prácticas mineras modernas aprovechan la tradición de las antiguas explotaciones, que nunca daban por desaprovechado un estéril.

Gracias a ello, la minería del Siglo XXI puede volver a los depósitos de antiguas explotaciones con técnicas mejoradas, obteniendo así un rendimiento óptimo. Si a estas mejoras tecnológicas se les une la revalorización de metales y minerales debido a los cambios sociales y económicos, se puede cumplir el dicho de “escombrera de hoy, mina de mañana”.

De hecho, la nueva minería, en una región tan explorada desde hace siglos como Galicia, se está centrando en poner en funcionamiento explotaciones sin actividad y en recuperar antiguas escombreras.

Además, al tratarse de reaperturas de minas subterráneas o de la valorización de un antiguo residuo, no se prevé ningún impacto ambiental. Veamos algunos ejemplos:

Mina de Caolines de Vimianzo (A Coruña)

mina-caolines-vimianzo

Caolines de Vimianzo, que fue fundada en 1981, extrae caolín, mica y arenas silíceas, exportando parte de la producción a países de la UE, norte de África, Oriente Medio y Asia. Inicialmente explotaba una fracción gruesa del caolín y de la mica por medio de un proceso de beneficiado industrial relativamente simple. El material sobrante, aún rico en caolines y micas, fue depositado durante décadas en una enorme montaña y en una balsa. En el Siglo XXI, con una nueva gerencia que introdujo mejoras en el proceso industrial, los caolines y micas más finos pudieron ser recuperados de las escombreras para emplearse en nuevas aplicaciones, aumentando la rentabilidad del activo y, por extensión aportando valor a la comarca. Más información.

Mina de Penouta, Viana do Bolo (Ourense)

La mina de estaño que fue más importante de toda España fue abandonada sin restaurar en 1985 por los bajos precios de este mineral. Entre 1965 y 1971 se había extraído granito. Los responsables de Penouta en aquella época no disponían de la tecnología adecuada para optimizar la extracción de minerales, por lo que dejaron de explotar 15 millones de toneladas de rocas y gravas depositadas en escombreras y balsas de inertes. Desde 2013 se extrae de allí estaño y columbo-tantalita, más conocida como coltán, un mineral crítico para la tecnología de los smartphones.

Mina de San Finx, Lousame (A Coruña)

minaria-san-finx

La histórica mina de wolframio o tungsteno de San Finx se dejó de explotar en 1990. La baja de los precios del mineral y el incremento de los costes de producción aconsejó el cese de actividades. Con el paso del tiempo, la reactivación del precio de estos metales y la aparición de técnicas mineras novedosas y eficientes en 2015, volvió a situar a la mina de San Finx en el umbral de la rentabilidad. El mineral de tungsteno que alberga el terreno volvía a ser valioso, para lo que se ha previsto la mecanización para la operación de la mina, utilizando las técnicas más avanzadas disponibles en la industria, para ello se han estudiado todas las alternativas de mecanización utilizadas a nivel mundial en minas de similares características. A pesar de ello, la mina permanece parada a falta de autorizaciones administrativas desde 2017. Más información.

Mina de Varilonogo, Santa Comba (A Coruña)

minaria-varilongo

Otra de las históricas minas gallegas de wólfram es la de Varilongo en Santa Comba, que cesó de actividad en 1985 al descender el precio de los metales. Con la llega del nuevo siglo y la reactivación del mercado mundial, el activo cambió de manos en varias ocasiones hasta mediados de 2019, cuando una iniciativa empresarial pretende extraer 738.200 toneladas de mineral formado un 0,81% por tungsteno (wolframio) y un 0,18% por estaño. Para ello se han planteado inversiones y contratación de personal para poner la mina en producción.

Mina de Touro-O Pino (A Coruña)

Las primeras referencias documentadas sobre la actividad minera en Touro-O Pino son de principios del Siglo XX. En 1973 la mina de Touro se convirtió en la explotación de cobre más importante del norte de España. La extracción y procesado de mineral continuaron en funcionamiento hasta 1986, año en el que se produjo el cese temporal de la actividad. Desde entonces la mina ha estado activa y dedicada a la extracción y transformación de áridos. Con la reactivación del precio del cobre en la década de 2010, una nueva iniciativa pretende volver a extraer cobre en una operación minera responsable y firmemente comprometida con el medioambiente, implementando las últimas tecnologías disponibles del sector. Es un método de explotación dentro de las Mejores Técnicas Disponibles basado en el relleno de huecos mineros de forma que permite la restauración progresiva y en paralelo a la explotación, minimizando el impacto paisajístico y ambiental, sin la necesidad de dejar un lago minero.

La constante investigación en los procesos extractivos, en los procesos de beneficiado y en los metalúrgicos permiten a los profesionales de la minería revisitar constantemente las explotaciones que sus predecesores no pudieron optimizar. Esta progresión tecnológica hace que la minería de Galicia perfeccione los huecos mineros y saque rendimiento de los desechos del pasado, porque una escombrera hoy es una mina mañana.